Para seguir una dieta alcalina, primero hay que comprender en qué consiste y luego realizarla de manera progresiva, ya que el cuerpo no se acostumbra de un momento a otro a realizarla. Por ello, Karla Courreges, “la nutricionista mágica” de lavienutritive nos explica esta dieta en tendencia, ya que se menciona que ayuda a regular los niveles de pH.
“Los niveles de pH van de 0 a 14, donde 0 es un pH ácido, 7 es un pH neutro y más de 14 es un pH alcalino. Como se ‘marketea’ esta dieta es más para mantener nuestro pH dentro de los controles normales o buscar un nivel estable de la sangre, pero en realidad nuestro cuerpo ya cuenta con estos sistemas fisiológicos que mantienen ese pH en lo normal, más allá que comamos algo que sea súper ácido, por ello no es tan necesario llevar esta dieta”, dice Courreges.
Beneficios y consecuencias de la dieta alcalina
No existe evidencia científica que respalde que la dieta alcalina sea sinónimo de un cuerpo sano. Además carece de fundamento científico, ya que el organismo tiene su propio mecanismo para regular el PH (buffers). Incluso no es el mismo pH en todo el organismo sino que varía entre los diferentes órganos.
- Beneficios: Se aumenta el consumo de verduras, algunas menestras y frutos secos. Además restringe bebidas azucaradas y productos con azúcares refinados. “Se consume más las proteínas de origen vegetal. Esta dieta puede ser aplicada por veganos o vegetarianos, pero las frutas ácidas no deberían ser excluidas. Todo depende si es que la persona consume proteína animal o no”, agrega Courreges.
- Consecuencias: Puede crear un desequilibrio de nutrientes, ya que se restringe el consumo de ciertas frutas (consideradas acidas), por lo que no se estarían obteniendo gran cantidad de vitaminas. Además se restringiría el consumo de proteínas, lo cual trae como consecuencia pérdida de masa muscular.
Aplicación de la dieta alcalina
Para aplicarla siempre se debe explicar al paciente el fundamento, es decir, que nuestro cuerpo se encarga de poner todo en su lugar y que no es tan necesario realizarla.
Los alimentos que ayudan a cumplirla son las frutas como la ciruela, naranja, las semillas, los frutos secos, las lentejas y todos los cereales. Por otro lado, los alimentos ácidos a evitar son la carne, el pollo, pescado, huevo y lácteos.
“La dieta alcalina evita los alimentos de origen animal. No es recomendable seguirla, porque son alimentos que podríamos comer sin ningún problema”, afirma la especialista.
Por otro lado, este tipo de dieta nos podría hacer bajar de peso. “Esto también se puede realizar midiendo nuestras cantidades normales de comida y teniendo también en cuenta las preferencias del paciente”, finaliza.
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