Existen diferentes maneras de cuidarnos la piel. Por lo tanto, la cantidad de información que encontramos en las redes sociales, así como en televisión, a veces nos confunde terriblemente, ya que nos hablan de demasiados productos de diferentes colores, composición, textura, olor y muchas otras características para que sean de nuestro agrado y los compremos, usándolos en nuestro día a día.
No solamente la aparición de arrugas tipo dinámicas (aquellas que se manifiestan cuando nuestros músculos de la mímica se contraen, como las famosas patas de gallo y las líneas frontales, que son marcadores del envejecimiento facial) sino también aquellas más pequeñas que se denominan arrugas adinámicas (las cuales ubicamos cuando no realizamos ningún movimiento facial, son delgadas y más finas) muchas veces aparecen más rápido por el descuido en el cuidado y falta de protección contra la terrible radiación solar que daña, quiebra y envejece la piel. A todo esto, le podemos sumar un tercer factor aparte de las arrugas: los posibles cambios en la pigmentación de la piel desde lesiones hipercrómicas, es decir, más oscuras (manchas y cáncer), hasta lesiones hipocrómicas, más claras o blancas, en ambos casos causados por daño solar.
Es así que podemos encontrar a una mujer o un hombre, por ejemplo, de 45 a 50 años, sin ninguna arruga dinámica (muchas de ellas atenuadas con el uso de toxina botulínica) pero con muchas arrugas finas y manchas en la piel, lo cual denota el descuido y la falta de protección. Con esto, podemos concluir que el envejecimiento facial y la edad biológica pueden afectarse e incrementarse por tener una piel manchada y con un mayor número de arrugas finas.
¿Qué les puedo recomendar?
Ser ordenados y dedicar 5 minutos al día cuando empiecen el día. Esto quiere decir que, así como realizamos higiene corporal, podemos además incluir algunos productos para el cuidado de la piel. Aquí algunos pasos de mi rutina de cuidado de la piel (Skin Care):
- Uso de esponjas faciales para ayudar a eliminar impurezas sobre la epidermis (primera capa de la piel) usando agua tibia o fría y gel limpiador de tipo orgánico.
- Uso de crioterapia (puede ser en forma casera con algún hielo) sobre todas las zonas de la piel del rostro: frente, pómulos, arco cigomático, reborde mandibular y cuello, esto por 2 minutos.
- Después, aplicar una crema o sérum hidratante de alta potencia con ácido hialurónico liposomado que permita rellenar a microescala las áreas quebradizas con arrugas finas de la piel, se absorba rápido y además devuelva vida y luminosidad a la misma. Este proceso se puede realizar con la yema de los dedos y también usando algún dispositivo tipo roller facial.
- En las áreas de la piel reseca, podemos usar una crema más densa también con ácido hialurónico que permita una mayor nutrición e hidratación local, como en párpados, dorso de las manos, antebrazos, entre otros.
- Dependiendo del daño solar y las manchas, podemos utilizar algún producto con un despigmentante leve como el retinol, siempre mejor bajo supervisión médica y durante algún mes del año en donde no nos expongamos al sol.
- Finalmente, usar un bloqueador solar de preferencia con componentes físicos (no dañan los corales ni el medio ambiente) que nos ayude a reflejar la radiación que busca penetrar en la piel.
Como verán, muchas veces limpiando, hidratando y reflejando la radiación solar con estos sencillos pasos nos ayudará a evitar el envejecimiento facial.