La cultura de una empresa encarna el comportamiento de su gente, representando la forma en la que se hacen las cosas. No se trata de un manual de instrucciones detallado o palabras vacías que adornan las oficinas. Es el resultado de las decisiones y acciones colectivas, que son guiadas por sus valores y creencias compartidas, transmitidos a través de historias, lecciones prácticas y modelos a seguir.
En un mundo con cambios constantes, la transformación cultural se ha convertido en un elemento crucial para la supervivencia y éxito a largo plazo de las empresas, implica cultivar una mentalidad que fomente la innovación, adaptabilidad, deseo de ir por más y la colaboración.
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Según datos del estudio Trust at Work del Edelman Trust Barometer 2023, el 74% de las personas busca un trabajo en donde de alguna forma pueda cambiar y mejorar el futuro.
Es por eso que aquellas empresas que abrazan la cultura como activo estratégico, están mejor posicionadas y atraen talento alineado con sus valores.
Por ejemplo, desde Nissan, vivimos una transformación cultural con “Our Nissan”, la plataforma que enmarca nuestros esfuerzos para la evolución de nuestra cultura corporativa, piedra angular de nuestro camino hacia la realización de nuestro propósito, expresión de nuestro carácter corporativo, y ambición para 2030.
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Esto es posible gracias a nuestro conjunto de valores comunes que guían lo que defendemos y cómo actuamos. “Our Nissan” identifica esos valores en pensar siempre en el cliente, mostrar hechos, afrontar la realidad, ser responsables y actuar de manera proactiva, pensar fuera de la caja, y respetar a los demás y a la sociedad.
Algunos factores a tener en cuenta para una transformación exitosa son:
- Analizar y planificar. Es necesario entender qué es lo que buscamos cambiar y por qué.
- Compromiso. Resulta clave para sentar las bases de esta transformación, empezando por el CEO.
- Comunicación clara y constante. Brindar una visión clara de los valores que nos guiarán, el plan de acción y qué queremos lograr con esta transformación.
- Todos son parte del cambio. Una transformación cultural no sucede de un momento a otro. Es crucial el compromiso real favoreciendo la comunicación bidireccional.