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Inflación volvería a niveles bajos en el 2025, aunque persisten riesgos, ¿cuáles son?
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La inflación en Lima Metropolitana apenas varió 0,01% en setiembre, acumulando 1,25% en lo que va del año y 1,36% en los últimos doce meses. A nivel nacional, el incremento fue de 0,04%, con una tasa interanual de 1,33%, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). El resultado respondió a caídas en alimentos básicos como pollo, huevos y azúcar, además de electricidad y gas residencial, que compensaron los aumentos en pescados, frutas y restaurantes.
Tras conocerse el dato, economistas consultados por este Diario coincidieron en que la etapa de alta inflación quedó atrás. Pamela Bernabé, economista de Macroconsult, explicó que la inflación evolucionó en línea con lo esperado, principalmente siguiendo la dinámica observada en alimentos, y que este rubro se desacelera más rápido de lo anticipado en los últimos meses, con episodios puntuales de choques de oferta como el pescado en agosto.
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Con ello, Macroconsult redujo su proyección de inflación de 2,0% a un rango de entre 1,9% y 1,8%, al considerar que los precios de la canasta básica vienen normalizándose tras los choques severos de los últimos años, lo que implica incluso una deflación para algunos productos, además de dinámicas de oferta puntuales como las del pollo y los huevos, con la demanda jugando un rol marginal.
Gonzalo Manrique, economista senior del Instituto Peruano de Economía (IPE), coincidió en que los precios muestran estabilidad. “Una variación mensual de 0,01% o 0,04% indica que, en setiembre, los precios prácticamente no variaron. Es un resultado dentro de lo esperado y es claro que el periodo de alta inflación (2021, 2022 y 2023) ya pasó”, señaló, al recordar que en el último año la variación mensual promedio ha sido de apenas 0,10%.
El IPE proyecta que la inflación se mantendrá dentro del rango meta del Banco Central de Reserva (BCR) y por debajo de 2% para el cierre de 2025 y consideró que en el último trimestre del año no se espera ningún choque externo que pueda acelerar significativamente la inflación.

El alivio de precios vino principalmente de los alimentos. Bernabé destacó que algunos productos de la canasta básica vienen mostrando episodios puntuales de deflación tras los choques severos de los últimos años. Por su parte, Manrique, economista senior del IPE, precisó que el pollo y los huevos fueron los principales responsables de la baja inflación en setiembre gracias a una mayor producción y a la caída del tipo de cambio, que abarata insumos como trigo, maíz y soya. Este efecto fue compensado por los aumentos en cebolla y limón, aunque se espera que sea temporal, pues responde a un efecto rebote respecto a los precios del año pasado..
Las cifras del INEI también reflejan diferencias regionales. Quince de las 26 ciudades donde se mide el Índice de Precios al Consumidor (IPC) registraron alzas en setiembre, con mayores incrementos en Puerto Maldonado (0,38%), Puno (0,31%) y Arequipa (0,29%), mientras que once ciudades tuvieron caídas, entre ellas Huancavelica (-0,38%) y Moyobamba (-0,34%). Bernabé indicó que la dinámica inflacionaria en regiones es más difícil de descifrar y que las divergencias responden a estructuras distintas de canastas de consumo y factores locales de oferta. Por su lado, Manrique añadió que se trata de un comportamiento común y subrayó que todas las regiones se mantienen por debajo del 3%, dentro del rango meta del BCR, enfatizando que incluso el caso de Huaraz, con -0,36% interanual, está dentro de la variabilidad esperada.
En cuanto a riesgos, Bernabé advirtió sobre la dependencia de insumos importados como petróleo, maíz y trigo en un contexto de choques geopolíticos o climáticos y, sobre la volatilidad del tipo de cambio en un año electoral.

Manrique coincidió en que, a diferencia de lo ocurrido en 2021-2023, no se esperan choques globales de gran magnitud, aunque subrayó que el tipo de cambio sí puede impactar en productos sensibles como el pollo, porque la alimentación de este animal depende de insumos importados como el maíz, el trigo o la soya. Recordó que en setiembre el dólar cayó por debajo de S/3,50 por primera vez desde 2020, lo que abarató insumos y contribuyó a la baja de precios. Este descenso, explicó, responde a la inestabilidad política en Estados Unidos y a la reciente decisión de la Fed de recortar su tasa de interés, aunque un cambio de rumbo en ese país podría trasladarse al Perú en el corto plazo.
Finalmente, en el plano monetario, Bernabé consideró que el BCR tiene poco espacio para seguir bajando la tasa de referencia, ya que está a 25 puntos básicos de su nivel de equilibrio (4% nominal), por lo que un recorte adicional sería más probable hacia inicios del próximo año. Manrique recordó que el BCR ya redujo su tasa a 4,25% en setiembre, lo que incentiva el crédito y debería impactar positivamente en el consumo, aunque futuros recortes dependerán tanto de la evolución de la economía peruana como del desempeño de las principales economías del mundo, en especial Estados Unidos.











