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Eduardo Glicerio Romero Naupay no llevaba una, sino dos armas de fuego durante el ataque que lo tuvo como triste protagonista la noche del viernes en un centro comercial de Independencia. Según confirmó la policía, el asesino tenía una pistola Bersa de nueve milímetros y una Pietro Beretta, del mismo calibre.
Este fue el mortífero recorrido del asesino de Independencia https://t.co/4vlo63k5Qp pic.twitter.com/pN4PUG67n5— Sociedad El Comercio (@sociedad_ECpe) 18 de febrero de 2017
La licencia había vencido el 10 de junio de 2016 y desde entonces el sujeto no se acercó a renovar la autorización. Las razones era bastante lógicas, la salud mental de Romero Naupay no estaba bien. Sus desequilibrios se ponían de manifiesto, por ejemplo, cada vez que se ponían delante de un teclado de computadora o frente a una cámara de foto.
Reconocerían a #policía que se enfrentó y abatió a sujeto que perpetró crímenes en #Independencia https://t.co/FSS5gkNZwL pic.twitter.com/m9GV9fFL2Z— Sociedad El Comercio (@sociedad_ECpe) 18 de febrero de 2017
Pero, ¿cómo pudo obtener la licencia? La autorización la tramitó ante la desaparecida Dirección General de Control de Servicios de Seguridad de Armas, Munición y Explosivos de Uso Civil (Discamec) en el año 2011 bajo el argumento de defensa personal. Su uso en un principio era para brindar seguridad privada como vigilante. Cabe recordar que en 2008 sacó un carnet para vigilancia particular, que lo autorizaba para dar este servicio por dos años.
Según Rubén Rodríguez, superintendente nacional de la Superintendencia Nacional de Control de Servicios de Seguridad, Armas, Municiones y Explosivos de Uso Civil (Sucamec), en aquel momento la autorización tenía una vigencia de cinco años. Una vez vencida la licencia, Romero Naupay pasó a formar parte de la lista de más de 270 mil usuarios de armas de fuego, que a la fecha no han renovado su permiso.
El arma que Romero Naupay registró ante la Dicscamec fue la pistola Bersa. Esa misma arma fue la que empuño para disparar primero contra el gerente de fiscalización de Los Olivos y luego arremeter en el centro comercial. Luego de que esta arma se trabara, sacó la Pietro Beretta para continuar su sangrienta carrera.
El sujeto disparó contra una más de decena de personas. Mató a cuatro de ellas y dejó herida a ocho. Luego fue abatido por un policía que estaba de civil.
