María Elizabeth Fernández Flores fue acuchillada por su ex pareja y compañero de trabajo, Roberto Pazos Chumo, el pasado 3 de mayo, en una entidad financiera en el distrito de Miraflores.
Según el testimonio de la joven, el sujeto la celaba constantemente y no dejaba que hable con sus compañeros de trabajo ni familiares y hasta llegó a controlar su forma de vestir. “Me decía que mi blusa estaba ajustada y me cuestionaba diciendo que si yo iba a trabajar o a venderme”, dice la joven.
El sujeto también revisaba sus redes sociales, llamadas y otros mensajes. Es ahí cuando Elizabeth decide terminar la relación y Pazos Chumo le dijo que “los enamorados no terminaban por un celular”.
El sujeto se negó al pedido de María Elizabeth y desde entonces comenzó a perseguirla. Un día antes de la brutal agresión, Roberto Pazos acosó a la joven por varias cuadras de Miraflores, ella tuvo que entrar a un restaurante por miedo a que él la golpee.
Ese mismo día también se subió al mismo bus de transporte público y se sentó al costado de ella insistiéndole para hablar. Elizabeth denunció a Pazos Chumo por acoso en la comisaría de Monterrico. Para la joven, los policías hicieron caso omiso a su pedido.
El jueves tres de mayo, día de la agresión, el sujeto la esperó en su centro laboral y la acuchilló por la espalda. Ella cayó al piso y forcejeó para protegerse. Según la joven la intención de su agresor era cortarle el cuello.
“Lo único que quería era salvarme. Tuve que sacarme el cuchillo y solo sentía que el metía el arma con fuerza”.
Ella tuvo lesiones arteriales y vasculares. Cuando Elizabeth llegó al hospital tenía sangre acumulada dentro del abdomen. Según los médicos, tenía 20 litros de sangre fuera de los vasos sanguíneos y se pudo haber muerto desangrada.
Pazos Chumo cumple una pena de 9 meses de prisión preventiva por el delito de feminicidio en grado tentativa.