Migrantes venezolanos en Chiclayo agradecieron al Papa León XIV por “apoyo a sus emprendimientos”

Un grupo de migrantes venezolanos establecidos en Chiclayo agradecieron al Papa León XIV, antes conocido como Robert Prevost, por apoyar sus emprendimientos, defender sus derechos y abogar por su desarrollo profesional.

En declaraciones a la BBC, Lisbeth Díaz, ciudadana venezolana que llegó a Perú hace siete años, recordó al nuevo papa, con quien compartió alegrías, confesiones y numerosas anécdotas durante su época como obispo de esa región entre 2015 y 2023.

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“Gracias a su impulso (del Papa León XIV), la comunidad migrante de Venezuela, huyendo de la crisis política y económica, pudo tener mejores oportunidades en Perú”, comentó Díaz emocionada por el nombramiento del Sumo Pontífice.

“Verle entre los candidatos ya fue una alegría, pero cuando salió elegido empecé a gritar. Desde entonces, la gente de Venezuela no para de pedirme que le mande fotos con él”, agregó.

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León XIV: Defensor de la migración

Durante su servicio pastoral como Obispo de Chiclayo, Prevost se comprometió con los inmigrantes venezolanos, impulsando proyectos que mejoraban su calidad de vida en Perú.

“Gracias a la Iglesia y a monseñor Prevost muchos venezolanos pudimos emprender pequeños negocios, crecer y, en mi caso, revalidar mi título de profesora, así como ingenieros, médicos, contadores y otros profesionales migrantes que contribuyen a la mejora de este país”, agregó Díaz.

Por su parte, Prevost aseguró que “la migración es parte de la misión de Cristo”, reafirmando el compromiso de la Iglesia con la protección de los extranjeros, frente a leyes y políticas que vulneran sus derechos.

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Un líder con los pies en el barro

Prevost llegó a Perú en 1985 y forjó un fuerte vínculo con el país a través de misiones en Trujillo y Piura. Como obispo de Chiclayo, se destacó por su cercanía con la gente y su labor en zonas remotas. En 2017, apoyó personalmente a comunidades afectadas por El Niño, incluso en medio de inundaciones.

“Acudía el primero si había alguna afectación. Reforzó Cáritas para atender a migrantes, impulsó comedores sociales y promovió una planta de oxígeno que salvó muchas vidas durante la pandemia”, cuenta el padre Fidel Purisaca, actual vocero de la diócesis de Chiclayo y amigo del Papa.

Un hombre sencillo con pasatiempos comunes

En la plaza principal de Chiclayo, León XIV solía visitar la sede diocesana y el restaurante El Trébol, famoso ahora por el cartel: “Aquí comió el Papa”.

Sus platos preferidos eran ceviche, arroz con pato y cabrito. Además, disfrutaba del tenis y la música serena, reflejo de su carácter sencillo y cercano.

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