El nuevo Congreso debería entrar en funciones en las próximas semanas, según han anunciado algunos de sus futuros integrantes.
El nuevo Congreso debería entrar en funciones en las próximas semanas, según han anunciado algunos de sus futuros integrantes.
Iván Alonso

La cifra repartidora:


Con 25 congresistas, la bancada de Acción Popular será la más numerosa , seguida por la de APP, con 22. Ambas, se podría decir, estarán sobrerrepresentadas, pues sacaron apenas el 10% y el 8% de los votos, respectivamente. Una distribución proporcional les habría dado 13 a la una y 10 a la otra. Han duplicado su peso electoral. Ni siquiera Fuerza Popular –que, en el 2016, con el 36% de los votos, obtuvo 73 escaños, el 56% del total– había tenido esa suerte.

ha sido señalada más de una vez como la responsable de inflar las mayorías. Pero no es así. La cifra repartidora simplemente llena los vacíos de un sistema de representación proporcional. Un sistema de representación estrictamente proporcional es imposible porque no podemos partir en pedazos a los candidatos (para decepción, quizás, de los lectores) para darles, por ejemplo, 10,6 escaños al Frepap, 9,3 a Fuerza Popular y 8,1 al Frente Amplio, como correspondería si la última elección se hubiera hecho con un distrito electoral único. Con distritos electorales más pequeños, el problema es más complicado aún.

¿Cómo asignamos los cinco escaños de Áncash si solamente una lista, la de Somos Perú, alcanzó más del 20% de los votos en ese departamento, que le da inequívocamente el derecho a tener un representante, por lo menos? El redondeo no es suficiente. La segunda lista más votada, la de APP, obtuvo el 10,5%, que equivale a una fracción de 0,525 de un congresista. Podemos redondear hacia arriba y darle el segundo escaño. Las demás listas sacaron menos del 10% cada una, que viene a ser menos de la mitad de un congresista; o sea, cero, redondeando hacia abajo. Pero así no podemos completar los cinco congresistas.

Los tres escaños sobrantes podríamos dárselos a las listas que obtuvieron la tercera, cuarta y quinta votaciones más altas. Terminaríamos con cinco escaños para cinco listas distintas. Eso refleja, de alguna manera, la dispersión del voto. Pero no es un buen reflejo porque pasa por alto el tamaño relativo de una lista frente a otra. ¿Es correcto darle el quinto escaño a Fuerza Popular, no obstante haber sacado menos de la tercera parte de los votos que Somos Perú, que también recibe uno en este reparto cuasiproporcional? ¿No debería esta última lista tener el triple de escaños que aquella? Sería más representativo de las preferencias del electorado ancashino.

Eso es justamente lo que hace la cifra repartidora. El principio general es calcular para cada circunscripción el número mínimo de votos por escaño. Los escaños se reparten de acuerdo con la proporción entre los votos obtenidos y ese número mínimo o cifra repartidora. Si Somos Perú obtuvo dos veces y fracción la cifra repartidora para Áncash, le corresponden dos escaños; si APP y UPP y Acción Popular obtuvieron una vez y fracción la cifra repartidora, le corresponde un escaño a cada una; y si Fuerza Popular obtuvo menos que la cifra repartidora, no le corresponde ninguno.

La cifra repartidora refleja bien el tamaño relativo de las listas que alcanzaron algún escaño. No necesariamente refleja el tamaño relativo de las que alcanzaron frente a las que no alcanzaron un escaño. Pero eso no se debe al uso de la cifra repartidora, sino al reducido número de escaños que está en juego en cada circunscripción.

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