Según la última edición del DRAE (2014) la locución adjetiva de a pie se registra con la antigua acepción de “Dicho de un soldado, de un guarda, de un montero, etc.: Que no van a caballo para su cometido” y otra más moderna: “Dicho de una persona: Normal y corriente”. Este último uso es el que se aplica en la expresión ciudadano de a pie, que no tiene carga peyorativa pero parece hacer una comparación con los “ciudadanos de automóvil”, que son igualmente ciudadanos de a pie.