![“A mí me vendieron en un millón y medio, no es posible que 25 años después un futbolista peruano siga valiendo lo mismo”](https://elcomercio.pe/resizer/CqEJAg5WHWnGNir4rXbwrLRTI1w=/85x85/smart/filters:format(jpeg):quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/elcomercio/ZXA6NS3N4JDDPFPFF766YJ2NU4.jpg)
Este curioso y obsolescente adjetivo perteneciente a nuestra habla familiar —y al parecer exclusivo de ella— expresa terquedad positiva en cuanto a no someterse a una imposición. Véase este claro ejemplo delsiglo XIX en unos versos de Federico Blume: "—No tenga usted miedo ¡trejo! / ¿Por qué no da usted defrente? / ¡Qué fácil es ser valiente / cuando a otro le va el pellejo!" (Sal y pimienta, Lima 1948, p. 36). Trejo, -a no se documenta en el DRAE 2001.