Francesca Brivio califica de positivo el reglamento concertado, que hoy tendría que ser aprobado por el Ejecutivo. (Piko Tamashiro / El Comercio)
Francesca Brivio califica de positivo el reglamento concertado, que hoy tendría que ser aprobado por el Ejecutivo. (Piko Tamashiro / El Comercio)

La ley que se aprobó en el 2017 es, de por sí, ya restrictiva, porque no incluye el permiso de autocultivo de la planta, ni personal ni asociativo. Solo otorga licencia para laboratorios nacionales (además de la luz verde para importar).

Como Federación de Cannabis Medicinal del Perú (Fecame), pero consideramos que esta no es la única vía de acceso que se debería tener a los beneficios del cannabis. Como pacientes deberíamos tener disponibles todas las vías. El autocultivo o cultivo asociativo es importante porque no todos los pacientes empleamos los mismos canales de uso. Yo, por ejemplo, vaporizo, uso el aceite sublingual y de forma tópica. La ley solo permite aceites. Algunas madres, al hacer los extractos, añaden raíces. Otras usan hojas crudas en batidos. Cada persona lo usa de distinta manera.

Y, bueno, nosotros tenemos como derecho fundamental poder tratarnos con la medicina que decidamos. El autocultivo, asimismo, es clave porque ayuda a regular el mercado, así no hay precios abusivos. Ahora, como Fecame hemos participado en reuniones del Ministerio de Salud para dar nuestra voz en lo que concierne a ciertas modificaciones al reglamento de la ley que tiene que ser aprobado y llegamos al acuerdo de que, por ejemplo, sí se produzcan aceites por laboratorio. También, que un médico tenga libertad para prescribir dosis; antes el Estado establecía parámetros. No sabemos qué se va a publicar, pero eso fue lo conversado.

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