Oscar García

Durante años, la opción preferida del peruano para disfrutar de una sopa rápida y robusta ha sido el reconfortante caldo de gallina, famoso por su sabor casero que evoca recuerdos de mamá y por sus supuestas propiedades levantamuertos, especialmente apreciadas en las noches frías. El caldo de gallina es, en esencia, un plato callejero, al igual que el ramen en Japón, una joya culinaria del país del sol naciente que, en los últimos años, ha comenzado a conquistar los paladares peruanos, amenazando con desbancar al tradicional caldo de ave de su sitial.

Contenido Sugerido

Contenido GEC