Según Ben Lamm, director ejecutivo de Colossal, el plazo estimado para ver de nuevo dodos en la Tierra sería de entre cinco y siete años.
Según Ben Lamm, director ejecutivo de Colossal, el plazo estimado para ver de nuevo dodos en la Tierra sería de entre cinco y siete años.
/ Colossal Biosciences

Una empresa de biogenética quiere traer de vuelta a la vida al dodo, una hace más de 300 años. Colossal Biosciences informó el pasado miércoles haber dado un paso en su objetivo: cultivar células germinales primordiales de paloma, precursoras de esperma y óvulos, por primera vez.

No es la primera vez que la compañía acapara titulares por sus proyectos genéticos. Meses atrás anunció la desextinción del lobo terrible, una especie desaparecida hace más de 10.000 años, en medio de cuestionamientos de expertos sobre si realmente se trata de una resurrección de especies.

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Con sede en Texas, Colossal ha detallado que también desarrolló gallinas editadas genéticamente que actuarán como sustitutas para los futuros dodos, informa el medio británico. A estas aves se les inyectarán células de palomas Nicobar, sus parientes vivos más cercanos, con la idea de que tras ediciones genéticas puedan reproducir ejemplares similares al dodo.

Así pudo haber sido.
Así pudo haber sido.

Según Ben Lamm, director ejecutivo de Colossal, el plazo estimado para ver de nuevo dodos en la Tierra sería de entre cinco y siete años. La empresa trabaja con grupos conservacionistas en Mauricio, su antiguo hábitat, para identificar lugares libres de depredadores invasores donde puedan prosperar.

El proyecto no está exento de críticas. Algunos científicos advierten de que es difícil determinar qué características genéticas hicieron al dodo único y cuestionan si las aves que se obtengan serán realmente dodos. Otros alertan de que liberar especies editadas en ecosistemas degradados por el cambio climático y la acción humana puede tener consecuencias imprevisibles.

El debate incluye también consideraciones éticas. Investigadores como Rich Grenyer, de la Universidad de Oxford, señalan que la desextinción puede ser una “distracción peligrosa” que resta atención a las verdaderas amenazas a la biodiversidad, como la pérdida de hábitat, la caza y el calentamiento global.

Pese a la polémica, Colossal anunció que amplió su ronda de financiamiento en 1, alcanzando una valoración de 10.200 millones. Entre sus inversores figuran celebridades como Tom Brady, Paris Hilton, Tiger Woods y el director de cine Peter Jackson, quien respalda también un proyecto paralelo para revivir al moa, un ave gigante desaparecida en Nueva Zelanda.

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