Muchas aplicaciones vienen preinstaladas en el móvil, generando incomodidad en el usuario. (Foto: Pixabay)
Muchas aplicaciones vienen preinstaladas en el móvil, generando incomodidad en el usuario. (Foto: Pixabay)
Redacción EC

La empresa surcoreana Samsung se ha visto envuelta en una polémica porque los compradores de algunos de sus smartphones estrellas han encontrado que no pueden eliminar la aplicación Facebook que llega preinstalada en el móvil.

Esta controversia es solo la punta del iceberg de una práctica muy extendida en el sistema operativo Android, mediante la cual algunos fabricantes instalan en sus móviles aplicaciones de forma nativa, un acuerdo mediante el cual los desarrolladores ganan visibilidad y las marcas obtienen ingresos extra.



Sin embargo, realizarla puede ser perjudicial para el usuario, porque ve los recursos de su dispositivo reducidos a una o varias aplicaciones que no necesita, y de las que, no le resultará fácil eliminar.

A este fenómeno se le denomina “crapware” o “bloatware” y es una herencia negativa que los móviles han recibido de los ordenadores. El hecho que Facebook esté preinstalado en un Samsung Galaxy S8 ha suscitado el debate: porque la red social de Mark Zuckerberg está en controversia debido a las constantes fugas de datos de sus usuarios y también porque a un comprador no se le pueden imponer aplicaciones que no desea.

-Borrarlas es un riesgo-

Lo primero que quieren muchos usuarios al ver estas apps es eliminarlas, porque se puede ganar espacio, liberan potenciales recursos consumidos y se tiene la certeza de no ver los datos privados comprometidos por el software que no instalaron. No obstante, esto está alejado de la realidad, porque borrar las aplicaciones preinstaladas pueden generar problemas posteriores ya que muchas de estas pueden emplear recursos vitales del sistema y al eliminarlas se pueden perder funcionalidades necesarias.

Se recomienda una aproximación diferente por cada tipo de aplicación instalada. Así algunas aplicaciones nos puedan interesar mantenerlas, otras desactivarlas y las últimas, ignorarlas porque desactivarlas o borrarlas pueden traer consecuencias negativas.

En tal sentido, Android permite desde su versión 4.0 desactivar aquellas aplicaciones que no interesan al usuario; se trata de una forma de mantenerlas en el sistema, aunque, estarían inutilizables.
La desactivación se puede realizar desde el menú de Ajustes-Aplicaciones y desde ahí pulsar sobre “Desactivar” en la aplicación que no interese.

¿Es bueno ignorar el crapware? Los expertos no lo recomiendan destacando los inconvenientes que el usuario padecerá mediante “una pérdida de espacio en memoria, ventas y procesos inútiles o molestos”, señala Daniel Creus Senior Security Researcher de Kaspersky Lab para El País.

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