Los seres humanos nos enojamos entre 10 y 14 veces al día, según Hendrie Weisinger, especialista en control de ira. Y aunque esta emoción es tan natural y beneficiosa como la alegría y la tristeza, puede ser dañina si es constante y sin motivo.
La ira es una emoción subestimada pero, en realidad, nos ayuda a sobrevivir. Nos advierte de los peligros, los abusos y las injusticias haciéndonos reaccionar preparando nuestro cuerpo y mente mediante la liberación de hormonas que aceleran el ritmo cardíaco y nos llenan de energía. Sin embargo, someter al cuerpo a tal nivel de estrés constante es contraproducente.
¿Cuáles son las consecuencias de no controlar la ira?
- Aumenta la presión sanguínea.
- Provoca alteraciones arteriales.
- Dficultades para respirar.
- Problemas en la vesícula, el páncreas y trastornos hepáticos.
- Puede agravar males como el asma, enfermedades de la piel, úlceras, encías inflamadas y gastritis.
¿Cómo manejar el enojo a diario?
- Escribe en un diario tus arrebatos de cólera. Esto te ayudará a entender las razones por las que te molestas.
- Aprende técnicas para relajarte, como yoga o meditación.
- Busca ayuda profesional si reconoces que sigues enojada por cosas del pasado.
- Aumenta tus niveles de serotonina, la hormona de la felicidad, comiendo un chocolate bitter, ejercitándote, evitando las dientas que eliminen por completo los carbohidratos.
- Enfócate en tu respiración. Una respiración profunda mientras te repites una frase tranquilizadora como “Relájate, no es tan importante” es una de las formas más efectivas y rápidas de disminuir el enojo.
- Identifica las señales de la ira en tu cuerpo como el aumento del pulso, aliento entrecortado y manos que tiemblan. Tómate un minuto para relajarte o aléjate por un momento si es necesario.
Con información de Stefanie Pareja