El estrés y la ansiedad son parte de nuestras vidas, pues son la respuesta natural de nuestro cuerpo ante el peligro o amenaza que nos enfrentamos. Esto se manifiesta mediante características físicas como mayor sudoración corporal o incremento de los latidos del corazón.
Hay una gran diferencia entre la ansiedad y el estrés que es importante saber. Por ello, la psicóloga Victoria Oropeza en diálogo con Bienestar de El Comercio, explica estas diferencias para que podamos sobrellevarlo.
Ansiedad
La ansiedad es un sentimiento natural frente a acontecimientos amenazantes, y estos pueden presentarse mediante peligros internos o externos. Esta, según Oropeza, es una respuesta adaptativa funcional que ayuda a protegernos ante situaciones de riesgo. Cuando ocurre, se produce una respuesta ansiosa que ayuda a luchar contra esa sensación de peligro.
Además, la ansiedad está muy relacionada con el miedo que tenemos al futuro. Tenemos temor a que se produzcan consecuencias desagradables que no sabemos si van a suceder, pero lo suponemos y en todo momento están presentes en la mente.
Estrés
Esta, por su parte, es una sensación del estado emocional que se demuestra ante una respuesta de sobrecarga o existencia de responsabilidades asumidas diariamente.
“Si nos encontramos en el ámbito laboral, a veces nos sobrecargamos de deberes que no podemos culminar y cuando sucede esto, empezamos a generar esta tensión en nosotros que aparece como una carga mental. Es una sensación de preocupación, angustia, miedo a fallar o que no resulte”, explica Oropeza.
Cuando nuestro cuerpo empieza a tener respuestas físicas frente al estrés, se manifiestan mediante:
- Malestar corporal
- Tensión muscular
- Dolores de cabeza
- Sudoración
- Malestar estomacal
Esta sobre exigencia va a generar que exista una preocupación excesiva y también podría ser motivo para que la ansiedad se active. “El estrés es como un primer paso para que la ansiedad se active en nosotros”, finaliza la experta.
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