Te decimos cómo combinar el negro y la madera en casa

El negro transmite sofisticación, fuerza y mucho carácter, mientras que la madera es un material que proyecta calidez y evoca la naturaleza. Es así como un espacio con ambos recursos puede lucir contraste y un alto impacto visual. 

El arquitecto Carlos Tapia señala que en ambientes amplios (más de 40 m2), el negro puede estar presente en dos o más paredes, y la madera en el mobiliario o las piezas decorativas. Por ejemplo, en un jarrón, una mesa auxiliar, un centro de entretenimiento o una lámpara. “Es importante que la habitación cuente con entradas de luz natural, para que el resultado no tenga una apariencia fría y lúgubre. Puedes generar mayor contraste, agregando pinceladas de color amarrillo, azul o naranja, en accesorios o tapices”, destaca el arquitecto.

Si se trata de una estancia pequeña, aplica el negro solo en un muro, porque tiende a reducir visualmente el tamaño de un espacio. Para contrarrestar su intensidad, emplea maderas claras, como huayruro, pumaquiro, capirona o pino oregón, las cuales pueden estar en pisos, tableros, reposteros, puertas o enchapes de pared. Además, acompaña el ambiente con muebles o detalles de color blanco, crema o arena, y materiales que reflejen la luz natural (espejos y superficies pintadas con poliuretano), para crear un efecto de amplitud.

UN TOQUE ESPECIAL
Logra una propuesta rústica, combinando el negro en las paredes con un mobiliario de madera avejentada, tipo decapado o wash. Otra opción son “las especies claras que resaltan por sus vetas llamativas, como la cumala, el cachimbo o el tornillo. En los pisos funcionan el huayruro y el pumaquiro, por su gran resistencia”, indica Enrique Díaz, de Decomaderas.