Rasson, el restaurante que le da estilo al pollo a la brasa

JIMENA SALAS (@jimesalas)

En una esquina no muy transitada, pero muy cerca de una concurrida zona gastronómica (la avenida La Mar), está Rasson, un local que nos recibe con pizarra en la puerta y unas coloridas gigantografías que retratan escenas cotidianas de mercado. Al centro, una vistosa barra decorada con flores que complementa un ambiente acogedor, sencillo, pero muy esmerado en los detalles.

Este singular local tiene un enorme desafío, pues ofrece como especialidades de la casa dos platos emblemáticos de nuestra cocina popular: el pollo a la brasa y los anticuchos. Sus creadoras, Michelle, Nicole y Valerie Nossar, son hijas del dueño de la franquicia de una cadena estadounidense instaurada hace varios años en el Perú, dedicada a ofrecer otro popular platillo a las brasas. Quizás por ello están familiarizadas con el negocio de la restauración y, más aún, con el de esa comida democrática que, con el boom de nuestra gastronomía, necesita reinventarse más que nunca.

Como afirma Michelle, las hermanas Nossar querían “crear un concepto diferente del de la tradicional ‘pollería’, no competir con las cadenas que ya existen, sino permitir al comensal probar cosas que se encuentran en cualquier lugar, desde en una carretilla o mercado hasta las clásicas pollerías de barrio, pero en un local acogedor y con estilo único”. Nicole es arquitecta, ella ha diseñado el espacio. Valerie se encarga de las relaciones públicas, marketing y comunicaciones, y Michelle de la logística y administración. Cada una ama lo que hace y ha volcado su pasión en este lugar.

Valeria, Michelle y Nicole Nossar, propietarias de Rasson. (Fotos: Giovanna Fernández)

Rasson en la mesa
Aquí encontramos, como para abrir el apetito, unas alitas aderezadas al estilo del pollo a la brasa, pero cocinadas en la parrilla, con ese toquecito ahumado único que da el carbón. Una opción para comenzar la comida, literalmente, chupándose los dedos. Luego están los anticuchos de corazón de res clásicos, que se elaboran con un cuidado especial en el punto exacto de cocción, para que queden suaves y jugosos. Son sabrosos, pero moderados en el condimento, lo cual aporta mucho y permite disfrutarlos sin hastiarse.

Piernitas a la brasa, porción para picar. 

Para los amantes de las delicias entre panes, está una monumental hamburguesa huaracina, con carne jugosa y tierna, queso andino y champiñones anticucheros. Punto a favor: aunque el plato viene con papas fritas, no es imposible pedir una variación en la guarnición. Finalmente, están los postres, entre los cuales se encuentran algunas alternativas de estación, como suspiro de chirimoya, pero también clásicos infaltables como los picarones. Entre las bebidas no alcohólicas destaca la Kechicha frozen, que es un frozen de chicha, pero endulzado con miel de chancaca. Refrescante y saludable.

Anticuchos y limonadas refrescantes forman parte de la propuesta.

Como nos explica Nicole, Rasson cuenta con una carta de extensión moderada, sin grandes pretensiones, que trabaja inteligentemente con la merma y los insumos que utiliza. Así, por ejemplo, se ofrece como entrada un delicioso pastel de choclo anticuchero, cuya tierna masa, a su vez, aparece en otro plato, servida en porciones de bocado y acompañada por los champiñones en salsa anticuchera. Todo combina con todo, gracias a lo cual los insumos no se desperdician, los sabores se aprovechan y los precios se mantienen en un rango aceptable.

Este menú singular y tradicional a la vez ha sido concebido por las tres hermanas en equipo, intuitivamente, guiándose por sus viajes y experiencias personales, e incluso enriquecido con ideas de sus comensales asiduos. Por eso, hasta tienen unos tequeños creados por su padre, bautizados los Tequeños del Abuelo, rellenos de carne anticuchera y acompañados por el clásico guacamole. Valerie cierra la entrevista afirmando que son sus preferidos.

DÓNDE IR

Rasson. Mendiburu 1007, Miraflores.