Aunque la leche de fórmula apareció para sustituir la leche materna, no contiene los nutrientes necesarios para alimentar bien a un bebé.
Aunque la leche de fórmula apareció para sustituir la leche materna, no contiene los nutrientes necesarios para alimentar bien a un bebé.
Redacción EC

Desde 1970, la leche de se volvió una alternativa de alimentación para los . De hecho, los médicos, el personal de salud y especialistas recomendaban a las madres comprar leche de fórmula y dejar de lado la materna.

Sin embargo, diversos estudios y organizaciones han demostrado que pese a que la leche de se esfuerza por tener las cantidades de nutrientes que necesita un niño para su desarrollo, su consumo no es tan saludable como se cree.

¿Cómo se compone la leche de fórmula?

La mayoría de leche de fórmula se elabora en base a la leche de vaca. Para que la leche de fórmula sea apta para el consumo en los se necesita que pase por un largo e intenso procesamiento ya que la leche de vaca solo sirve para los terneros.

¿Qué contiene la leche de fórmula?

Dependiendo de la marca y el país, los elementos que componen la leche de fórmula cambian. Pero, normalmente, la leche de fórmula se elabora con leche de vaca desnatada y procesada, emulsionantes y estabilizadores que se mezclan con los aceites y agua para realizar la toma.

Según el profesor Peter Hartmann, especialista en lactancia y producción de leche de la Universidad de Australia Occidental, la leche de fórmula también contiene:

  • Lactosa y otros azúcares como sirope de maíz, fructosa o maltodextrina.
  • Aceites vegetales como el de palma, colza, coco, girasol y soja.
  • Ácidos grasos que normalmente provienen del aceite de pescado.
  • Vitaminas y minerales de origen vegetal y animal.
  • Enzimas y aminoácidos.
  • Probióticos.

Entonces, ¿tiene beneficios para la salud?

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), debido a que la leche en fórmula no contiene la cantidad de proteínas y calorías que necesita un bebé en formación, el bebé lactante puede desarrollar malnutrición proteinoenergética (MPE) durante la infancia y la edad preescolar, una enfermedad que se origina por falta de estos nutrientes.

Además, los niños que consumen este tipo de leche pueden sufrir infecciones que contribuyen a las deficiencias en el crecimiento.

Por otro lado, debido al alto costo de la leche de fórmula, las familias estiran las cantidades del consumo de la leche para lograr que les alcance. Aunque a que el niño puede alimentarse bien en las comidas y tome la cantidad de líquidos recomendados, la no brinda los suficientes cantidades de nutrientes para su desarrollo, lo que puede generar falta de crecimiento y un lento desarrollo de marasmo nutricional.

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