La preeclampsia es una complicación médica grave que puede ocurrir durante el embarazo. Se caracteriza por el aumento de la presión arterial y la presencia de proteínas en la orina después de las 20 semanas de gestación, así como por dolores de cabeza, cambios en la visión e hinchazón de manos, pies, cara u ojos en el caso de la madre; o un cambio en el bienestar del bebé.
La preeclampsia puede afectar tanto a la madre como al feto y, si no se controla adecuadamente, puede ser potencialmente mortal. Usualmente, se trata con medicamentos orales o intravenosos hasta que el bebé madura lo suficiente como para nacer.
Este estado patológico se puede prevenir gracias a un parto programado, ya sea mediante una inducción o un parto por cesárea, según una nueva investigación de la Sociedad de Salud Americana publicada en ‘Hypertension’.
La mayoría de veces que se presenta la preeclampsias se sitúa entre las semanas 37-42 de embarazo. A pesar de que el cribado de la preeclampsia es una práctica habitual durante el embarazo, existen pocas opciones de tratamiento comprobadas que sean seguras y eficaces.
Estrategias de parto programado
Aunque los partos programados ya se practican por diversos motivos, difícilmente es utilizado como intervención para prevenir la preeclampsia a término. Sin embargo, gracias a este reciente estudio, este panorama puede cambiar ante los nuevos beneficios hallados.
En dicha investigación, que se realizó en el Reino Unido, se analizaron por más de una década registros médicos de casi 90 mil embarazos inscritos en dos hospitales: el King’s College Hospital en Londres y el Medway Maritime Hospital en Gillingham.
Durante el periodo de 2006 a 2017, se identificaron 57.131 embarazos con registros de salud que abarcaban las semanas 11 a 13, de los cuales 1.138 casos desarrollaron preeclampsia a término. Además, entre los años 2016 y 2018, se encontraron 29.035 embarazos con registros correspondientes a las semanas 35 a 36, y de estos, se detectaron 619 casos de preeclampsia a término. Los resultados de esta investigación proporcionan información valiosa sobre la incidencia de la preeclampsia en diferentes etapas del embarazo.
Los resultados obtenidos revelaron que la frecuencia de preeclampsia a término fue similar tanto en las mujeres que se sometieron al análisis durante el primer trimestre como en aquellas que se examinaron durante el tercer trimestre. En promedio, las mujeres incluidas en el estudio dieron a luz a las 40 semanas y aproximadamente dos tercios de las participantes experimentaron un parto espontáneo. Alrededor de una cuarta parte de las mujeres en el análisis tuvieron partos por cesárea. Estos hallazgos proporcionan información relevante sobre la duración del embarazo y los métodos de parto utilizados en relación con la preeclampsia.
“Nuestros hallazgos sugieren que más de la mitad de los casos de preeclampsia a término podrían prevenirse con un parto programado (planificado)”, comentó al portal ABC la autora principal del estudio, la doctora Laura A. Magee, profesora de salud de la mujer en el King’s College de Londres.
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