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“La maquinaria pesada destruyó completamente el cauce antiguo”: Uno a uno, los daños causados por la Vía Expresa Sur en el milenario canal de Surco
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Un segmento del canal de Surco, aquella milenaria arteria que hace dos mil años convirtió el desierto costero en un valle y permitió que siglos más tarde Lima se pueda desarrollar, ha sido destruido durante las obras de ampliación de la Vía Expresa Sur a cargo de la Empresa Municipal de Apoyo a Proyectos Estratégicos de la Municipalidad Metropolitana de Lima (Emape).
El colectivo vecinal Patrimonio Surco lamentó lo ocurrido en el denominado sector cuatro del Paisaje Arqueológico Canal de Surco el sábado 30 de agosto. “Lamentablemente la maquinaria pesada destruyó completamente el cauce antiguo de estos 80 metros. Han desviado el agua en un canal paralelo mientras ensanchan el cauce y revisten de concreto las paredes y el piso. Han alterado completamente el cauce antiguo“, detalló a El Comercio José Luis Fuentes, arqueólogo y miembro del colectivo.
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Carlos Salas Abusada desglosa con rigor las noticias clave del día de lunes a viernes.
El vecino relata que alertaron por primera vez a las autoridades en diciembre del año pasado, cuando notaron que el trazado de la obra atravesaría un tramo del canal comprendido entre el cementerio municipal y el jirón Las Uvas.
- Muerte lenta y prolongada -
El 9 de diciembre enviaron una carta al Ministerio de Cultura cuestionando si la obra contaba con un proyecto de rescate arqueológico o si se venía ejecutando algún plan de monitoreo arqueológico, tal como lo indican la ley N° 28296, Ley General del Patrimonio Cultural de la Nación, y el Reglamento de Intervenciones Arqueológicas.
"Cuando una obra de necesidad pública atravesará un área reconocida como zona arqueológica hay un procedimiento que contempla que si la obra es inminente, la entidad a cargo presenta ante el Ministerio de Cultura un proyecto de evaluación arqueológica. Luego de eso presenta un proyecto de rescate arqueológico que es el que excava todo el sitio y rescata toda evidencia arqueológica o material que exista“, explica Fuentes.
En la respuesta emitida diez días después, el ministerio afirma que “no se ha autorizado intervención arqueológica” para el citado proyecto y agrega que “se pone en conocimiento de la Dirección de Defensa del Patrimonio Cultural, para que tome las acciones de acuerdo a su competencia”, según pudo constatar El Comercio.

Pese a ello, las obras continuaron. El 20 de enero, el Ministerio de Cultura realizó una inspección a la zona hallando que se habían realizado “labores de nivelación mediante el rellenado parcial de su cause en una extensión aproximada de tres metros con el objetivo de dar acceso a una maquinaria para que pueda trasladarse desde la avenida Prolongación La Castellana hacia los terrenos colindantes en el sector noroeste del canal”. Estas labores, agrega el informe, “implicó la modificación parcial del bien cultural”.
En consecuencia, cuatro días más tarde el Ministerio de Cultura emitió la Resolución Directorial N° 000041-2025 otorgándole “protección provisional” a la zona, lo que se considera una etapa previa a su declaración definitiva como Patrimonio Cultural de la Nación. Con la delimitación del sector, que incluye el canal y tres metros hacia cada lado, la zona debió volverse intangible, pero los trabajos continuaron sin mayor alteración.
“En marzo volvió a haber otra afectación al construir la vía alterna que da hacia el cementerio, para ello excavaron y desviaron el curso del canal, además en el mismo cauce construyeron una zapata para sostener la auxiliar. Así que volvimos a notificar al ministerio y volvieron a ir“, reseña Fuentes.

El viernes 29 de agosto, representantes de la Comisión de Usuarios del SubSector Hidráulico Surco - Huatica (CUSH), organización sin fines de lucrodedicada a la gestión sostenible y eficiente de los recursos hídricos de ambos canales, se acercaron al lugar y constataron que había maquinaria pesada dentro de la zona protegida. Al día siguiente, los vecinos registraron cómo una excavadora alteraba irreparablemente el histórico canal.
El lunes 1 de septiembre representantes del Ministerio de Cultura llegaron solo para confirmar que el antiguo canal ya no existía y que ahora en su lugar había uno de concreto. “Se levantó un acta, personal del ministerio le dijo al encargado de la obra sobre los procesos que se estaban siguiendo y este le respondió que tenía la orden de ejecutarlo sí o sí porque el alcalde (Rafael López Aliaga) lo quería inaugurar esta semana”, señaló a El Comercio un miembro del CUSH que estuvo en el lugar.
La organización CUSH realizó una nueva inspección el viernes 5 de septiembre constatando que el canal ya estaba techado y que “ya no hay nada de la obra original en ese sector”.
Vecinos que conversaron con El Comercio consideran que el Ministerio de Cultura no hizo lo suficiente por proteger el canal. “Si hubiese sido una huaca o una construcción pensamos que habría mayor interés o responsabilidad por parte del ministerio”, lamenta Fuentes.

Es importante recordar que el canal de Surco es una arteria hídrica de la capital. Fue construido en distintas etapas por las culturas Lima, Wari e Inca, lo que derivó en una compleja obra de ingeniería hidráulica que se fue ampliando mediante ramificaciones hasta abarcar casi toda la actual capital.
Desde el CUSH detallan que este canal les permite abastecer de agua a cerca de 20 municipalidades limeñas, quienes la aprovechan principalmente para el riego de las áreas verdes en sus distritos. Esto, temen, podría verse afectado por la modificación sufrida en el tramo de Surco.
“Todos los canales tienen dimensiones y especificaciones técnicas. Lo que hemos podido ver es que se ha reducido en esa zona, de unos 2,60 metros de ancho a solo dos metros. Pero pueden haber más cosas solo que nadie ha entregado ningún plano ni especificación técnica", alertan.
“No sabemos, por ejemplo, cuál es la nueva caída que tiene, si hay alguna contrapendiente que genere un desborde cuando soltemos todo el caudal durante la época de avenida, que son los meses de enero, febrero y marzo. Recordemos también que antes de ese tramo hay uno de tajo abierto y la gente suele botar residuos que en ocasiones colman el canal, en este caso no nos han dejado ni cajas de registro que necesitaríamos para hacer el mantenimiento”, lamentan en el CUSH.

- Sanciones en curso -
Desde el Ministerio de Cultura confirmaron a El Comercio que se había iniciado un Procedimiento Administrativo Sancionador (PAS) contra la Municipalidad Metropolitana de Lima y Emape a raíz de las denuncias recibidas. “Sin embargo, según los procedimientos el carácter del PAS es reservado hasta que termine el proceso, por lo que aún no podemos pronunciarnos al respecto”, explicaron.
Este sería el segundo PAS que se abre contra la Vía Expresa Sur luego de que en agosto el Ministerio de Transportes y Comunicaciones iniciara uno contra el municipio por llevar a cabo la obra sin contar con certificación ambiental vigente.
Los PAS tienen un plazo máximo de nueve meses para ser resueltos, con oportunidad a una sola prórroga excepcional de tres meses. Como resultado pueden traer multas de hasta 1.000 UIT, ordenar la recuperación o mitigación del daño, o incluso paralizar la obra en ejecución.

Además de ello, desde el CUSH indican que se encontrarían a la espera de que la Autoridad Nacional del Agua (ANA) se pronuncie al respecto “porque ellos son los que tienen la facultad sancionadora para poder iniciarles otro PAS. Ya no desde el lado patrimonial sino desde la infraestructura hidráulica”.
El Comercio agotó todos los medios posibles para conseguir descargos por parte de Emape y la Municipalidad Metropolitana de Lima, pero indicaron que “no hay vocero disponible” para atender el pedido.










