Joaquín Sabina: "Ahora todo es cuestión de descansar temprano"

ADRIANA GARAVITO

La voz de Joaquín Sabina parece cansada al otro lado del teléfono. Ha dedicado gran parte de la mañana a dar entrevistas a medios sudamericanos y esa podría ser la razón.

Sin embargo, con el paso de los minutos el cansancio se sazona con lo que parece ser entusiasmo. Sus ganas de dar detalles del concierto que dará el 22 y 23 de agosto en Lima se vuelven evidentes. Las ganas de querer tener una buena conversación, también (aunque sean solo los 15 minutos pactados por sus representantes).

CON GANAS DE PERÚ
“¿Cómo te va?”, fue lo primero que escuchó desde Lima cuando le pasaron la llamada. “Muy bien, muy bien, gracias. Siempre se siente bien conversar con alguien de Perú”, respondió entre risas.

Y de hecho esto pasa a menudo, pues su novia es peruana y él tiende a visitar la capital sin fines musicales. “He hablado muchas veces sobre cómo me gusta Lima, Barranco en especial. Y ahora que regreso en agosto, en pleno invierno... Hasta creo que la ciudad gana un cierto encanto”, comenta.

Pero si se habla solo de trabajo, hay que recordar que han pasado tres años desde que el cantautor español realizó su última gira en solitario por Sudamérica. Nuestra capital es su punto de partida (no especifica si es por su cariño a Lima o simple logística), lo hará dos noches seguidas y en el local que él mismo escogió.

“El Gran Teatro Nacional me parece impresionante”, confiesa. “Cuando se comenzó a planear la gira y pensé en Perú, fue uno de los primeros lugares que pensé. Tiene una infraestructura genial y el sonido también, que es lo que más importa”.

UN VIAJE AL PASADO
500 Noches para una Crisis es el nombre de la gira. “Me pareció el nombre perfecto para retratar el momento”.

Así alude al álbum “19 días y 500 noches”, grabado hace 15 años y es considerado por algunos críticos, sus fans y por él mismo como uno de los mejores discos de su carrera.

Es más, muchos de sus seguidores todavía escuchan las letras e intentan descifrar las razones por las que las escribió.

En ese sentido, esta gira pretende hacerle un especie de homenaje. Incluso, tocará las canciones en el mismo orden. “Y luego tocaré temas de mi próximo trabajo discográfico que aun estoy escribiendo”.
 
Ahora, si bien a “19 días y 500 noches” se le atribuye su mejor trabajo, es también sinónimo de una época confusa, marcada por el desamor, el alcohol y las malas noches para él. Como se escribió alguna vez: “fue la crisis más productiva de su carrera”.

Entonces ¿cuál es la intención de recordarla? “En realidad, yo no canto estas canciones con nostalgia. Al menos no con una mala nostalgia”, responde. “No es que los temas fueron escritos solo para ese momento de mi vida. Fueron escritas desde el alma y creo que es por eso que siguen sonando o a la gente le sigue gustando”.

CONEXIÓN CON EL PÚBLICO
Sabina no tiene idea de con qué se va a encontrar en el concierto. O mejor dicho: con quién. “Me sorprendo cuando me dicen que hay chicos bastante jóvenes escuchando los temas”, se sincera.

“Pero si tengo que responder, espero que todos (incluyéndome) nos sintamos bien, que haya una buena conexión”.

Y para eso tiene lista la voz, la guitarra, el equipo y, por supuesto, las ganas. Y es que la música –para él– es la única manera de poder conversar con ellos que lo aclaman. “Cuando me hablan de estos grupos en Internet que se han creado por mí... Soy sincero, no tengo idea de lo que me dicen. Agradezco lo que se hace, pero yo no soy de usar esas cosas”.

Así, dentro de su voz un tanto cansada, el cantante afirma estar preparado no solo para conectarse con Lima, sino con el público de las otras 16 presentaciones que forman parte de su gira. Cuando se le pregunta si se cansará mucho, dice: “No. No. Eso era antes, con las malas noches. Ahora todo es más tranquilo. Ahora todo es cuestión de música y descansar temprano”.