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Moda, arte y esperanza en el desfile de El Rastrillo
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La noche del 22 de octubre, el Puericultorio Pérez Araníbar de Magdalena volvió a llenarse de luz, color y propósito. El desfile inaugural de la feria benéfica El Rastrillo marcó el inicio de una nueva edición del evento solidario organizado por la Asociación de Hogares Nuevo Futuro Perú, que desde hace más de tres décadas transforma el arte, la moda y la gastronomía en oportunidades para niñas y niños en situación de abandono.
Este año, la puesta en escena tuvo a Flor Olivos en la producción, Christian Duarte en la dirección de arte y coreografía a cargo se Sandra Bégué y Vania Masías. Cada marca presentó su colección con una intro única, concebida como una pequeña obra de arte, antes de mostrar su colección.

“Hemos querido que el desfile se sienta como una experiencia, no solo como una pasarela. Cada marca tenía su propia coreografía, un pequeño universo que te preparaba para ver la colección”, cuenta Sandra Galdos, miembro del Consejo Directivo de Nuevo Futuro. “La ropa se lucía más que nunca; sentías la concordancia entre las prendas, las coreografías y la música”, detalla.
Moda con alma
Las marcas participantes —Ani Álvarez Calderón, Mango Teen, Basement de Falabella, Ana G, Gaya y Kuna— ofrecieron una noche de creatividad y sensibilidad. Por primera vez, una marca de joyas se unió al desfile: Gaya by Mariana Magtaz, que tuvo un momento especial acompañado por la voz en vivo de Alessandra Aguirre.
“Mariana habló mientras salían las modelos sobre la importancia de las piedras naturales, de lo que la tierra nos da, de la riqueza que tiene el Perú. Fue una presentación preciosa”, recuerda Galdos.
El cierre estuvo a cargo de Kuna, con una coreografía que evocó el movimiento del viento y las olas a través de pashminas de colores ondeando en la pasarela. “Ha sido un final de fiesta refrescante y distinto, lleno de energía y color”, añade.
Feria que multiplica amor
Las puertas de El Rastrillo estarán abiertas hasta el 26 de octubre con más de 150 stands, un Cuarto Vintage, zona infantil, bar terraza, shows en vivo y una variada oferta gastronómica. La inauguración oficial realizada anoche fue una jarana criolla al estilo de antaño, mientras que el almuerzo ejecutivo solidario del viernes reunirá a más de 450 personas, cifra récord para la feria.
“Cada año crecemos un poco más, pero no solo en números, sino en compromiso. Lo que mueve a El Rastrillo es el amor. Todo se hace con cariño, con transparencia y con un propósito: ayudar”, afirma Sandra Galdos con emoción.
Treinta y un años después, El Rastrillo sigue recordándonos que la belleza no solo está en la moda o el arte, sino también en los gestos que cambian vidas.












