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“Hay un bloque consolidado de anti-peronismo y anti-kirchnerismo que ahora encuentra su respuesta en Milei”
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Javier Milei se jugaba su capital político en las elecciones legislativas parciales llevadas a cabo el domingo 26 de octubre. Argentina puso en juego la renovación de la mitad del Congreso (127 de 257 diputados) y un tercio del Senado (24 de 72 senadores), donde el presidente argentino solo contaba con 7 senadores y 28 diputados. Justamente, el objetivo era aumentar su presencia legislativa para que este órgano no le siga derribando sus proyectos, como ha pasado en los últimos meses.
El panorama previo a los comicios no era alentador. De inicio, las estadísticas señalaban que los gobiernos de turnos caen en las legislativas. A ello se sumaba la contundente derrota del oficialismo en la provincia de Buenos Aires, en setiembre pasado. Ahí, el peronismo se impuso a La Libertad Avanza (LLA), el partido de Milei, con 14 puntos de diferencia.
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En diálogo con El Comercio, el politólogo Santiago Rodríguez Rey reflexiona sobre los factores que explican el respaldo electoral al mandatario libertario, el reordenamiento del sistema político argentino y los desafíos que enfrenta el gobierno en medio de tensiones internas y cuestionamientos públicos.
-¿Cómo se están tomado estos resultados en las elecciones legislativas?
En las encuestas, claramente, salvo algunas pocas, se veía que Milei tenía opciones. Sin embargo, muchas encuestas no lo estaban mostrando, y eso contribuyó a la sorpresa. Otro factor clave que contribuyó a la sorpresa es el resultado del 7 de setiembre en la provincia de Buenos Aires. Este resultado confirma lo que los politólogos siempre decimos: las elecciones locales no deben extrapolarse a las nacionales. Además, en el Partido Justicialista hay toda una interna, en especial con los intendentes de la provincia de Buenos Aires, quienes están divididos entre el gobernador Axel Kicillof y los más cercanos a Cristina Fernández de Kirchner. Esta guerra interna en el PJ, que había sido aplazada por el triunfo de setiembre, volvió a resurgir. En esta elección hubo una diferencia de más de 900.000 votos a favor de La Libertad Avanza en Buenos Aires. Esto también explica la sorpresa.
-¿Se ha sobrevalorado el peso de Buenos Aires en el análisis electoral?
Exactamente. Este tipo de análisis puede ser muy limitado. En el resto de las provincias, Milei tuvo muy buenos resultados, incluso en zonas tradicionalmente peronistas, como en La Matanza, donde logró más de 30 puntos. Eso es un indicador importante de que algo está cambiando en la política del país. Además, en distritos claves como Santa Fe y Córdoba, La Libertad Avanza obtuvo un apoyo notable, aunque hubo variaciones, dependiendo de si se trataba de elecciones puramente legislativas o de gobernador.
-¿Cómo se puede catalogar o calificar este triunfo?
Ayer, el sociólogo Daniel Schteingart, que está en un programa de radio, contaba que, con solo 30 mesas distribuidas en todo la nación —que es muy poco para un país como Argentina, donde en una escuela puede haber 30 mesas—, ya se podía observar una tendencia a favor del oficialismo. Schteingart dijo que, aun con esa muestra mínima, se notaba una diferencia importante en los votos respecto a las elecciones del 2023 y también frente a la elección de setiembre en la provincia de Buenos Aires.
Según él, todo indicaba que a La Libertad Avanza le iba a ir muy bien. Y efectivamente, no solo les fue bien en términos de resultados, sino también como marca política. En muchos distritos sus candidatos eran prácticamente desconocidos, pero aun así los votantes eligieron el color violeta —el de La Libertad Avanza— sin importar demasiado quién fuera el candidato.
-En relación a la campaña de Milei, ¿qué tan importante fue su estrategia de movilización? ¿El trabajo que hizo en las provincias tuvo un impacto significativo?
Sí, dado el resultado en los lugares, uno podría decir que sí, porque el presidente fue a Rosario y en Santa Fe le fue muy bien, aunque muy bien me queda corto. En Córdoba también. Yo no sé exactamente en realidad si la movilización en sí es lo exitoso, porque uno va a ver el número de movilización y no era mucha gente, pero sí, seguramente lo que hizo fue mantener vivo el planteo de que son ellos [peronismo] o nosotros. Ese planteamiento dicotómico que llevó adelante como estrategia electoral el gobierno. Entonces, si bien quizás en movilización no fueron tan impactantes, sí lo fueron en mantener vivo el planteamiento electoral.

-Ahora que Milei tiene un Congreso más favorable, ¿se puede empezar a pensar en la implementación de sus reformas económicas, tan ambiciosas como las que ha propuesto?
El Congreso va a ser más favorable, pero no tan homogéneo como muchos piensan. El peronismo aún tendrá una representación significativa, alrededor de 105 bancas. Sin embargo, es probable que el bloque de Milei, junto con sus socios, llegue a los 110 diputados, lo que le permitirá tener un quórum aceptable. Hay una compleja red de negociaciones por delante. Algunos de los diputados de La Libertad Avanza no son necesariamente de Milei, como los de la Ciudad de Buenos Aires, que son del PRO, y eso podría generar una dinámica de acuerdos más complejos. De todas formas, se espera que Milei logre la mayoría necesaria para implementar sus reformas, pero no sin ceder algo en el proceso.
-Y si hablamos de futuros acuerdos o alianzas, ¿cree que el tono de Milei se moderará en los próximos meses? ¿Será más conciliador?
Creo que el gobierno va a buscar imponerse. Sucedía con Cristina Fernández de Kirchner. En las épocas de elecciones era transversalidad, y al otro día, a los dos, tres días del triunfo, decíamos por todo. No creo que sea muy diferente en esa actitud Milei, aunque quizás tendrá una o dos semanas de calma, pero el huracán va a venir igual. Cuando tenga que negociar, a la tercera que tenga que negociar, la reacción de él va a ser totalmente visceral. Va a decir, yo tengo 85 diputados, ustedes son 20, ¿qué me estás discutiendo? Entonces vamos a ver el resultado de ganar una elección, el de sacar 41% a nivel nacional, que es más de lo que él había sacado cuando fue elegido presidente. Él fue elegido presidente en un balotaje, pero cuando participó en la primera vuelta, él sacó 30 puntos a nivel nacional, y hoy La Libertad Avanza sacó 41.
-Precisamente, ese apoyo que ha ganado se podría dar porque la ciudadanía quiere dejarlo trabajar, aplicar sus reformas y no ser un obstáculo...
Creo que hay un bloque consolidado de anti-peronismo, anti-kirchnerismo, que encuentra su respuesta ahora en Milei. Los números no son muy diferentes a los que sacaba Juntos con el Cambio. Este movimiento, en el 2017, sacó incluso un poquito más de lo que logró ahora Milei a nivel nacional. Los resultados después en diputados cambian, por cómo se distribuye en la banca. Pero creo que sí hay un respaldo al gobierno. El otro factor a destacar es lo visto en la provincia de Buenos Aires. Esos 900.000 votos que aparecieron dentro de La Libertad Avanza, que antes no estaban, digamos, hace 50 días no se manifestaron, y hoy sí lo hicieron, es claramente elegir la opción en contra del peronismo.
-Hablando de Cristina Fernández, hoy cumpliendo prisión domiciliaria, con la reducción del poder del peronismo, especialmente del kirchnerismo, ¿cómo ves el futuro de ella?
El peronismo ha hecho una mala elección, pero renueva las mismas cantidades de bancas que ponía en juego: 46, 47 bancas y renueva 47. Entonces, sí, por lo menos en el plano legislativo, el peronismo, digamos, tiene el impacto del triunfo ajeno, pero a la hora de contar los votos en el Congreso va a tener los mismos. Hay que ver después cuál es la composición en la interna, quiénes están más cerca de Cristina y quiénes está más lejos. En el Senado sí ha perdido más fuerza. De 34 senadores que tenía hoy va a pasar a tener 28.

-¿La esperanza de poder recibir algún tipo de amnistía legislativa está totalmente perdida?
Su futuro sigue estando en San José 1111 (lugar donde cumple prisión domiciliaria) por un tiempo. En Argentina ese tipo de acciones son ejecutivas, son del presidente. Por el momento no tiene muchos incentivos ni ley para tener una gracia con Cristina Fernández de Kirchner o un acto de bondad. Incluso le conviene al gobierno hacer que el camino judicial siga su curso en los tiempos que se tome.
-¿Qué tan relevante fue el apoyo de Donald Trump en la campaña de Milei?
A pesar de que muchos argentinos tienen una mala imagen de los Estados Unidos, y en particular de Trump, su respaldo jugó un papel importante, aunque no fue tan determinante como algunos podrían pensar. Trump representó, en el fondo, un apoyo a una política económica más alineada con las ideas de Milei. El hecho de que Estados Unidos estuviera respaldando a Milei generó una respuesta positiva entre ciertos sectores de la sociedad argentina, a pesar del rechazo generalizado hacia el presidente estadounidense. Esta relación con Trump contribuyó a mantener a la Argentina en los titulares internacionales, y aunque generó críticas, también le dio visibilidad a Milei.
-Si bien la ciudadanía decidió apoyar a Milei, hay escándalos que se han suscitado también en los últimos meses y cuestionan el mensaje con el que llegó la presidencia Milei...
El triunfo y cuando baje la espuma de los festejos volverán a aparecer los cuestionamientos, pero en este momento la ciudadanía se manifestó claramente en apoyo a que el objetivo del gobierno había sido bajar la inflación y lo había alcanzado, que necesita evidentemente un sostén externo para mantenerlo y eligieron a Estados Unidos. Así, prefirieron todo eso en lugar del castigo. Quizás el castigo venga más adelante, pero por el momento le han dado otra oportunidad.
-Se habla mucho de Luis Caputo, del ministro de Economía como uno de los artífices más importantes en la gestión y campaña de Milei. ¿Tendrá un rol más importante ahora que habrá cambios en el gabinete?
El gobierno había anunciado una serie de cambios en su gabinete. Tras las renuncias del canciller (Gerardo Werthein) y del ministro de Justicia (Mariano Cúneo Libarona), el nombre de Luis Caputo estaba en la danza si iba a haber un cambio por ese lado. Ayer en el discurso por parte del presidente, eso fue fuertemente moderado. Hay que ver en realidad con este nuevo resultado si Caputo va a ser cuestionado. No parecería ser el momento del cambio, o por lo menos si se realizara un cambio tendría que haber una explicación muy cabal. Tendría que ser como una despedida en andas del ministro que los llevó hasta aquí con esta inflación supuestamente baja.
Yo no te podría decir que su posición está sólida y mañana renuncia, porque podría suceder. No deja de ser el gobierno de Javier Milei, podría suceder un día para cualquier cosa. Si la derrota habilitaba a la renuncia, el triunfo habilita también a una despedida congraciante. ¿Le conviene al gobierno hacer aguas, mover el avispero? Agitar el gabinete mucho más de lo que ya se agitó y parecería que no, porque el gobierno, como que el presidente hace en su discurso, dio muestras de bajar la intensidad de los cambios. Claramente el punto más sensible es Luis Caputo.
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