"Dado el alcance de los temas y sectores comprendidos, ese paquete normativo era probablemente el esfuerzo reformador más importante de los últimos 25 años. Hasta que se produjo su evaporación". (Ilustración: Giovanni Tazzo)
"Dado el alcance de los temas y sectores comprendidos, ese paquete normativo era probablemente el esfuerzo reformador más importante de los últimos 25 años. Hasta que se produjo su evaporación". (Ilustración: Giovanni Tazzo)
Rolando Arellano C.

El lanzamiento de la Marca Perú hace unos años con la publicidad de “Perú, Nebraska” nos hizo ver que teníamos algo que mostrar al mundo y marcó un hito en el crecimiento de nuestra autoestima. Creo que el reciente lanzamiento de la campaña de Prom-Perú “Intercambiados” puede marcar otro momento en nuestra historia, pues hoy es claro que para crecer como país debemos superar el individualismo y empezar a pensar como grupo.

Como quizás ya conocen algunos lectores, los videos y piezas gráficas muestran cómo un actor intercambia su lugar con un tejedor puneño, un músico de orquesta toma el puesto de un profesor de escuela, una activista social reemplaza a un cocinero, y viceversa en todos los casos. La idea de fondo es que la mejor forma de entender y respetar al otro es poniéndose en su lugar.

Mientras veía los cortos y escuchaba las explicaciones sobre los mensajes, no podía dejar de pensar en la tremenda repercusión que esta campaña puede tener si realmente fuese aceptada por nuestros compatriotas. Me imaginaba, por ejemplo, en cómo cambiaría nuestro tráfico si cada chofer se pusiera en el lugar del otro al que no deja pasar por bloquear la intersección. Y también pensaba en lo bueno que sería si cada empleado de municipio se pusiera en los zapatos del vecino que pide una licencia para ampliar su casa. Y cómo mejoraríamos si el ama de casa entendiera el esfuerzo que hizo el agricultor para darle el limón que compra. Y por cierto, cómo cambiaría el Perú si el empleador se pusiera en la piel de sus obreros y si estos se identificaran con quien arriesgó su capital en la empresa.

No es que esta sea una idea nueva, pues es la base de todas las civilizaciones expresada en "no hagas a otro lo que no quieres que te hagan a ti", "ama a tu prójimo como a ti mismo", o incluso la mucho más prosaica y más reciente filosofía de la disciplina de márketing que dice que el cliente, no la empresa, es el rey. Lo novedoso es que hoy una institución pública se preocupa de ponerla en relieve y de iniciar un movimiento nacional de cambio de actitudes. Campaña tremendamente necesaria para esa mayoría de peruanos que pudimos sobrevivir a las grandes crisis gracias al individualismo y el ‘recurseo’, pero que hoy no podemos desarrollarnos más porque ese mismo individualismo impide que construyamos cosas mayores.

Como me decía mi hijo Rolando en el coctel de lanzamiento, seguramente luego veremos variaciones sobre cómo ponerse en el lugar de los inversionistas y los turistas que nos visitan, para estimular exportaciones, turismo e inversiones. Pero por ahora creemos que el mensaje de intercambiarse entre peruanos tiene un valor inmenso para el futuro del país. Difundámoslo.