Algunos referentes actuales del Apra, como Ricardo Pinedo, consideran que el partido debería tomarse una pausa en las elecciones del 2020. (Foto: GEC)
Algunos referentes actuales del Apra, como Ricardo Pinedo, consideran que el partido debería tomarse una pausa en las elecciones del 2020. (Foto: GEC)
Martín Hidalgo Bustamante

Las declaraciones de , quien por décadas fue identificado como hombre de confianza del fallecido expresidente , no solo tiene repercusiones judiciales. En lo político, en medio de unos comicios congresales atípicos, las repercusiones podrían estallar en la . El pronóstico es reservado.

Tras la disolución del Congreso, el Apra ya no cuenta con esa bancada sólida que siempre se ha mostrado alineada en lo que se refiere a la defensa de su fallecido líder Alan García. Aunque la desaparición de algunos excongresistas también tiene que ver con que se han visto salpicados por las revelaciones del Caso Odebrecht. Javier Velásquez Quesquén acaba de remitir un oficio al partido pidiendo la suspensión indefinida de su militancia mientras afronta las indagaciones fiscales tras las declaraciones de Jorge Barata. El exdirectivo de Odebrecht indicó que se le entregó dinero para su campaña congresal.

Velásquez Quesquén no es el único salpicado. Su colega Elías Rodríguez, el último secretario general elegido aunque impugnado ante los organismos electorales, incluso ha sido relacionado con Luis Nava. En enero de este año, la Unidad de Inteligencia Financiera logró identificar a los proveedores de la empresa Don Reyna, de propiedad de Luis Nava, en cuya lista se encuentra el congresista aprista Elías Rodríguez Zavaleta. A través de un comunicado publicado en su cuenta de Twitter, el representante de La Libertad señaló que las cifras corresponden a “un préstamo de años atrás, y que se encuentra en el ámbito estrictamente personal”.

Mauricio Mulder y Jorge del Casillo han guardado silencio hasta el momento, este Diario intentó ubicarlos sin éxito por la vía telefónica. La única que se atrevió a emitir un pronunciamiento público fue Luciana León. “Para todos los apristas, es claro que entre las declaraciones de Barata, Atala y Nava se encuentran contradicciones muy grandes, lo cual les resta credibilidad, y más parecen recursos de quienes quieren obtener beneficios para ellos mismos o sus hijos, inculpando a quien no puede defenderse”, dice su comunicado.

Salvo eso, toda la defensa de Alan García ha recaído en su secretario personal Ricardo Pinedo y algunos dirigentes antiguos del partido como Omar Quezada y Mercedes Cabanillas.

“Es un tema muy delicado, sobretodo para los apristas decentes, honrados, que somos la mayoría. Esta noticia nos estremece, pero como le digo tiene que corroborarse”, aseveró Cabanillas.

—Más allá de lo legal—

Tomando en cuenta que no estamos hablando de una persona cualquiera, sino de un dirigente que por décadas fue una persona cercana a Alan García, la declaración de Luis Nava configura un golpe duro para el partido más allá de lo legal. Para el analista político, Pedro Tenorio, vuelve a poner el tema de la corrupción en la palestra aprista, algo que sirve como munición para sus adversarios.

“Si bien en el plano legal, esta declaración tiene que ser contrastada, políticamente te obliga a tocar un tema delicado y difícil para el Apra. El suicido de Alan García había logrado que estos temas no estén más como el punto uno de la agenda. Puede ser una declaración interesada, motivada por un deseo de libertad de Nava, pero políticamente es munición para los adversarios”, dice Tenorio.


El analista político y periodista Juan Carlos Tafur recuerda que no se puede dejar fuera de la problemática los temas internos que arrastra el Apra desde varios años atrás. Una “guerra civil” que era sopesada por la figura de Alan García, quien tenia la palabra final a la hora de fijar posturas.

“Otro elemento que se torna difícil en el Apra es la guerra civil por la herencia de García. Del Castillo y Mulder caminan viendo qué paso va a dar el otro. Bajo es lógica, están atrapados en su propia lógica interna”, sostiene el analista.


Tanto Tafur como Tenorio coinciden que estos factores tendrán un correlato para la participación electoral del Apra en las elecciones parlamentarias del 2020.

—¿Tiempo de una pausa?—

En una de sus últimas declaraciones a la prensa, Mauricio Mulder reconoció que la decisión del Apra sobre no postular la Constituyente tras el autogolpe de 1992, les quitó exposición y terreno político. Algo que se vio en las elecciones de 1995: de 53 diputados y 16 senadores elegidos en 1990, pasó a lograr una representación reducida de 8 congresistas en los comicios de 1995.

Ricardo Pinedo tiene una visión distinta y asegura que “acertadamente” no postularon en la Constituyente. “Algunos dicen que vamos a ceder espacio político. ¿Pero qué vamos a ceder? ¿2%? Nuestro partido hace tiempo está en crisis, por el alejamiento de la dirigencia y otros factores, pero ahora toca reagruparnos y activarnos para el 2021”, dice el exsecretario de Alan García que postula a ser el nuevo secretario general del Apra.

La politóloga Maria Alejandra Campos sostiene que en una campaña electoral importa más la percepción que la realidad.

“El Apra era Alan García, electoralmente hablando, y el voto duro que se desligaba era del 2%. Más allá de que hayan aparecido evidencias, el estigma de corrupción ya estaba asociado desde la campaña anterior donde, pese a tener los rostros conocidos de Alan García y Lourdes Flores, pasaron raspando la valla”, alega Campos.



Desde el punto de vista reputacional, la crisis puede ser una oportunidad de renovación, pero para esto es requerido un propósito de enmienda. Para Campos, en el caso del Apra podría aplicarse ese escenario si es que articulan un discurso de recuperación de los valores históricos del partido como Víctor Raúl Haya De la Torre. “Tienen que desmarcarse del fujimorismo y empezar un trabajo de renovación que puede costar 20 años, y así recuperar el terreno político que perdieron”, añade la politóloga.

Tafur coincide en que al Apra le va a costar realizar un cambio generacional.

“No tienen mecanismos para limpiarse de la herencia de Alan García. La nueva generación aprista ha terminado siendo más alanista que aprista. Estratégicamente, y teniendo en cuenta de que no pierdes la inscripción si no postulas, el Apra podría tomarse un descanso para replantearse con cara al 2021″, manifiesta Tafur.

El aprista Ricardo Pinedo admite que del impacto mediático es fuerte, pero dice confiar en que al igual que en la declaración de Miguel Atala, pasaron seis meses “sin que se presente prueba alguna”.

“Esto va a impactar como el informe de [Fernando] Olivera con su pizarra, hace más de 35 años, cuando dijo que la señora Pilar Nores tenía cuentas en Gran Caimán, y también mencionó a los hijos de Alan García que por entonces eran menores de edad. Todo el mundo, incluso algunos compañeros, decía que habían agarrado a Alan. Tras una década se cayó la mentira. Y lo mismo pasó con la declaración de Alfredo Zanatti. Tenemos que tener paciencia”, dice Pinedo.


El exsecretario de Alan García ha propuesto tomarse la pauta en este 2020. Próximos a un congreso nacional partidario, toca ver si es que su pedido tendrá eco. Por lo pronto, todos los analistas ven difícil que el Apra pueda pasar la valla en el 2020.

/ Jean Izquierdo