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Oscar García

El musical es un género cinematográfico que pasa de moda con la misma rapidez con la que regresa a carteleras, como si nada hubiera pasado. Tras su época de gloria en Hollywood, entre los años 30 y 60, cada década siguiente ha conocido un imprevisto auge del formato cantado, que son como chispas de lo que alguna vez fue uno de los géneros más populares y sostenidos desde el nacimiento del cine sonoro.

El musical moderno suele auparse en la nostalgia por los temas del ayer. Ese fue el gancho de Mamma Mia!, taquillazo del 2008 basado en las perfectas canciones pop de ABBA, y también fue un factor clave del éxito de las primeras temporadas de Glee, una serie de TV ambientada en la actualidad en la que un grupo de colegiales enamoradizos cantaban sus penas con canciones de Journey, REO Speedwagon y otras bandas de la época de sus papás.

-YA LO PASADO, PASADO-

Si los musicales de antes vendían color, fantasía y escapismo en dosis justas para sobrellevar la grisura cotidiana, los contemporáneos se recrean en lo mismo, agregando una mirada idílica a la música del pasado, esa que no deja de sonar en radios, aquella que fue soundtrack de la educación sentimental de la gente que supera la base tres.

En Locos de amor, la franquicia de Tondero que está próxima a presentar su tercera entrega, se dan la mano una nostalgia por las viejas baladas de antaño, con la idea del amor romántico que estas mismas plantean. Algo así como la versión dramatizada de la hora del lonchecito, pero con historias de gente de adulta. Así, temas pop del cancionero más ‘melcocha’ son revisitados para extraer de ellos la sustancia narrativa que permita a sus productores contar una historia.

Por estos días Pérez-Garland está de buen humor: acaba de darle corte final a Locos de amor 3, el más reciente capítulo de un proyecto de cine que recibió como encargo de la productora Tondero en el 2016 y que, con la aceptación de la gente, subsiste como una franquicia. “Para mí, hacer la primera Locos de amor fue un gran cambio. Recuedo que un año antes había hecho Ella y él (2015), que era una película personal, pequeña, con 30 mil dólares de presupuesto, creo, y luego estaba ahí, haciendo películas de medio millón de dólares. Lo que recuerdo es que nunca había visto tanta gente feliz saliendo de una película mía. Eso me hizo pensar bastante”, dice el director.

-CANTA TU VIDA-

Sobre el éxito de la saga, el cineasta lo atribuye a que se atendió a un grupo de espectadores que no recibían historias dirigidas para ellos. Se refiere al sector femenino, con edades de entre 30 y 50 años, que son el grueso de su público nostálgico. Esta nueva aventura se centra específicamente en tres mujeres (Ebelin Ortiz, Patricia Portocarrero y Katia Condos) que, próximas a llegar a la cincuentena, se ven en la disyuntiva de tener que reconstruir sus vidas mientras contemplan la posibilidad de terminar solas. Contada así, dice Pérez-Garland entre risas, parece un drama lacrimógeno en toda regla, pero se trata, a su juicio, de la más divertida de las historias que le ha tocado dirigir.

Toda película es un parto pero hacer un musical quizá lo es un poquito más. Además de la puesta en escena, que debe ser siempre sensorial y deslumbrante, y de las ensayadas coreografías de meses, se suma el trabajo de conseguir los derechos de las canciones, que puede ser un verdadero dolor de cabeza. Ese trabajo le corresponde a Manolo Barrios (Mar de Copas), gran conocedor de la balada hispanoamericana, que ha sido el responsable de seleccionar el repertorio y de dirigir la parte musical de la película.

“No sabes la cantidad de temas que hemos querido poner alguna vez y que no hemos podido, por derechos y otras cosas. Me acuerdo que para Locos de amor 2, Manolo y yo queríamos usar Querida, de Juan Gabriel, y no se pudo porque había fallecido el cantante y había toda esta disputa por la herencia y los precios se fueron por las nubes. En esta, ya las cosas se han normalizado y por eso es que hemos podido incluir El popurrí de Juan Gabriel”.

Los actores han afrontado el reto de cantar con distintas intensidades. Ebelin Ortiz, además de las tablas, es reconocida por su faceta como cantante criolla, y el tema no le fue difícil. Para Sergio Galliani cantar es un trámite más, acostumbrado a los musicales de teatro desde sus inicios. El que sí lo vivió como un reto intimidante fue Aldo Miyashiro, que debuta en las películas de Tondero y encima cantando, un oficio del que solo hacía gala en karaokes y para sus amigos. “Es que canto muy mal. Se lo dije a los productores, pero a ellos les pareció que era justo lo que querían. Así que para mí este rodaje fue muy especial. Hacía tiempo que no me sentía tan retado. ¡Me han hecho cantar Chayanne!”. Locos de amor 3 lanzará su tráiler este lunes 2 de diciembre, mientras aguarda su estreno para el 13 de febrero del 2020. //

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