
Aunque muchas veces se les atribuya la mítica creencia de que tienen ‘siete vidas’, la seguridad de los gatos depende totalmente del entorno en el que viven, y del compromiso de sus dueños.
Por eso, conversamos con Olga Martiniere, fundadora de Mish, organización que se encarga de rescatar gatos en situaciones vulnerables, para que nos cuente cómo convertir nuestro hogar en un lugar apto para un felino recién adoptado.

1. Seguridad ante todo
Los gatos son ágiles, curiosos y escurridizos, lo que significa que cualquier espacio de la casa puede convertirse en un riesgo si no se toman precauciones.
“Las mallas de protección no son un lujo, sino una necesidad”, recalca Martiniere. Ventanas, balcones, terrazas y jardines son puntos críticos donde una caída o una fuga pueden tener consecuencias fatales.
Muchos gatos mueren cada año por accidentes que pueden prevenirse fácilmente, por eso la recomendación clave es que vivan en un entorno completamente indoor, seguro y controlado.

2. Por un descanso placentero
A diferencia de los perros, los gatos son expertos en encontrar los rincones más inesperados para descansar. Aunque no necesitan una cama específica, sí es ideal ofrecerles un espacio cómodo y tranquilo.
“Cada gato tiene su personalidad, y muchos terminan eligiendo dormir junto a sus humanos, ya sea en el sillón o en la cama”, explica Martiniere.
Tener una zona especialmente pensada para su descanso es una forma de demostrarles cariño, y de ayudarlos a sentirse más seguros en su nuevo hogar.

3. Claves para un gato feliz
La estimulación física y mental es fundamental para los gatos. “Gatificar la casa”, es decir, adaptarla con elementos pensados para su bienestar, es cada vez más común.
Martiniere recomienda muebles aéreos que permitan trepar, explorar y jugar, replicando sus instintos naturales. Además, no pueden faltar los juguetes que simulan presas pequeñas, como ratones o pelotitas, ideales para cuando están más activos.
Eso sí, es importante que estos juguetes no tengan plumas ni piezas pequeñas que los gatos puedan tragarse.
En cuanto a los rascadores, deben ser resistentes y de buen tamaño, y permitir que el gato se estire completamente, lo que no solo cuida sus uñas, sino que también los ayuda a relajarse.

4. La importancia del arenero
El arenero es un espacio íntimo para los gatos, y su ubicación puede influir en su comportamiento. Debe estar en un lugar tranquilo, alejado de su comida, agua y zonas de descanso.
“El momento de ir al arenero es de vulnerabilidad para ellos, y si no se sienten cómodos, podrían evitar usarlo o hacerlo de manera apresurada”, resalta Martiniere.
Además, si se convive con más de un gato, es fundamental contar con un arenero por cada uno, o incluso uno adicional, para evitar conflictos o incomodidades.

5. Espacios de refugio
Los gatos pueden estresarse con facilidad ante visitas, ruidos o cambios en su entorno. Por eso, necesitan contar con escondites seguros donde puedan refugiarse.
“Estos espacios pueden ser desde circuitos gateros hasta lugares debajo de muebles o detrás de una cortina”, señala Martiniere.
También se puede usar feromonas en difusores para generar un ambiente más calmado, especialmente durante mudanzas o remodelaciones. “Incorporar objetos con su olor, como mantas o cojines, en los muebles nuevos también ayuda a que se adapten con más tranquilidad”, agrega la experta.
Adoptar un gato es más que abrir la puerta de casa: es abrirle un espacio seguro, amoroso y estimulante. Siguiendo estos consejos de Olga Martiniere, tu hogar se convertirá en el refugio perfecto para que tu nuevo compañero se sienta feliz y protegido desde el primer día.
Si quieres adoptar un gato o ayudar a gatos en situaciones vulnerables, puedes contactarte con Mish al: 997 733 327.