FMQC: “El mundo está empeorando con el calentamiento global, pero Trump no lo quiere reconocer”.
FMQC: “El mundo está empeorando con el calentamiento global, pero Trump no lo quiere reconocer”.

Por: Francisco Miró Quesada Westphalen

Se siente optimista. Pronto será un hombre centenario. Lo encuentro en su habitación mirando una película en la televisión —la clásica Cabaret, con Liza Minnelli—. Le pido entrevistarlo para esta edición especial del suplemento que él fundó hace 65 años. Se siente agradecido, pone pausa, y empezamos este diálogo. Su hablar es sereno, pero está lúcido como siempre.

¿Crees que el periodismo y la filosofía pueden estar muy ligados?
No, necesariamente. La filosofía es muy rara; hay muchos filósofos diferentes. Lo que pasa es que yo prácticamente nací en un periódico. Solo trataba de ser filósofo y, además, era periodista. Por eso pude unir ambas disciplinas.

¿Vemos que los filósofos como los periodistas tienen que buscar la verdad, pero qué es la verdad para un filósofo y para un periodista?
¡Caramba! Ahí me agarras. La pregunta no es fácil. La verdad para un filósofo es querer saberlo todo y darse cuenta de que nunca sabrá nada. Para el periodista, si es uno bueno, y ve que hay un crimen o un delito lo denunciará en el periódico… Yo creo que un filósofo busca la verdad de las cosas y un periodista busca la verdad de los hechos.

Como filósofo, ¿qué temas recuerdas haber
desarrollado en el suplemento El Dominical?

Mucho sobre teoría de la razón, porque yo era racionalista.

¿Recuerdas que fuimos al MIT a hablar con Barton Zwiebach, quien estaba desarrollando la teoría de supercuerdas?
Claro, las supercuerdas tenían esta ventaja: había tres fuerzas que había que unir con la gravedad, pero hasta ese momento nadie había podido hacerlo. Con la teoría de supercuerdas se consiguió, pero nunca se pudo hacer una prueba empírica.

¿Qué recomendación darías a los periodistas para que puedan hacer mejor su trabajo?
Buena formación cultural, que estén bien informados de los hechos porque de no ser así no pueden opinar con la verdad. No digo que sean unos sabios, sino que sepan quiénes fueron Arguedas, Martí, San Martín, Bolívar, etcétera. Para mí el más grande de todos los libertadores fue San Martín porque sí quería al Perú. Expropió tierras y con ese dinero creó una biblioteca y, además, una renta que quería que durase muchísimos años para que el Perú pudiera progresar. Desgraciadamente no fue así; se tiraron todo. Tú sabes cómo ha sido el Perú

De eso quería preguntarte, ¿qué opinas de los actuales escándalos de corrupción?
Es algo terrible, pero creo que eso viene desde la Colonia porque los virreyes venían aquí para enriquecerse, salvo una o dos excepciones. Cuando nos independizamos, quedó la corrupción.

¿Por qué no se pudo superar eso con la independencia?
No lo puedo decir. Es una pregunta muy fregada.

Imagino que debió ser porque los criollos que llevaron a cabo este proceso reprodujeron esas costumbres corruptas heredadas de la Colonia.
Sí...

¿Tienes esperanza en el futuro de la humanidad o hemos llegado a un callejón sin salida?
Nunca sabremos si el mundo va a progresar o no. Creo que está empeorando con el calentamiento global, que Trump no quiere reconocer. ¿Cómo puede ser tan bestia un presidente?

La entrevista es un lindo género. ¿Recuerdas, particularmente, alguna que has hecho?
La que le hice a Mao en China. Te voy a decir algo increíble. Había que llamarlo “gran capitán”; entonces, yo le dije: “Gran capitán, ¿cuál es su proyecto ahora?”. Y me respondió: “Mi proyecto es cambiar las letras chinas por las letras latinas”. Pero, con todo el poder que tuvo, no pudo. Entonces escribí un artículo que se llamó “La fuerza de la costumbre”. Pudo acabar con el feudalismo, pero no con los cinco mil años de cultura.

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