"The Post". (Foto: AP)

La omisión es parte de este relato. Katharine Graham la cuenta en su autobiografía "Una historia personal", por la que fue recompensada con el premio Pulitzer. Robert Redford le dijo que era complicado entender y narrar lo que hacía la dueña de un diario como "The Washington Post". Por eso, en ese clásico del cine y el periodismo llamado "Todos los hombres del presidente" (1976), el foco está puesto en los tenaces investigadores Bob Woodward (Redford) y Carl Bernstein (Dustin Hoffman), quienes develaron el escándalo de Watergate que propició la renuncia del presidente Richard Nixon. El aporte de Graham no fue incluido en la película. Ella se sintió herida.
Pero el tiempo pone las cosas en su lugar. La omisión se convierte en otro factor que engrandece la historia.

En febrero del 2017, Steven Spielberg recibió un guion que lo hizo suspender lo que estaba haciendo (el cineasta andaba metido en la cinta de ciencia ficción "Ready Player One"). La presencia de Katharine Graham –una de las primeras mujeres en dirigir un medio de comunicación relevante en EE.UU.– en sus páginas lo cautivó. Spielberg sintió la urgencia de reivindicar en la pantalla grande a esta prócer de la prensa que falleció a los 84 años en el 2001. El director también creyó que "The Post" era una manera de sumarse al diálogo nacional en tiempos de posverdad, de manipulación en las redes sociales, de Donald Trump en el poder y del auge del feminismo.

"The Post" se centra en el caso conocido como "Los papeles del Pentágono" y relata las batallas de los periodistas de "The Washington Post" y "The New York Times" por divulgar estos documentos que revelan las debatibles estrategias de diversos gobiernos de EE.UU. en la guerra de Vietnam. Katherine Graham y el editor Ben Bradlee fueron decisivos para que estas informaciones salieran a la luz. Ellos son interpretados por Meryl Streep y Tom Hanks en el filme.

UNA VIDA EN CONSTANTE REVOLUCIÓN
Una existencia épica suele cobijar un relato de resiliencia, de aguante y de superación. Katharine Graham afrontó este periplo tanto en su carrera laboral como en su vida personal.

En el ámbito profesional, Graham impuso su carácter y visión en medio de las presiones y amenazas del poder, así como se hizo un lugar entre los prejuicios de un espacio periodístico dominado por hombres.En su vida privada hubo más de un trauma. En 1963, su esposo Phil Graham se suicidó. Ellos convivieron por cerca de dos décadas y tuvieron cuatro hijos. Phil era maníaco depresivo y, antes de su muerte, le confesó a Katharine más de una infidelidad. A pesar de ello, Katharine retrata su vida junto a él con cariño y luz en su autobiografía.

Phil estuvo a la cabeza de "The Washington Post" antes de que lo hiciera Katharine. Esto obedeció a una decisión del padre de la periodista que adquirió el diario en una subasta en 1933 y creía que una mujer no estaba preparada para asumir un cargo de esa jerarquía. Ella le demostró que estaba muy equivocado. Ponerse en la piel de Katharine Graham le permitió a Meryl Streep alcanzar su nominación 21 de los premios Oscar que se entregarán el 4 de marzo (es la intérprete con la mayor cantidad de postulaciones en la historia). Ella no es la preferida en el rubro de Mejor Actriz (la favorita es Frances McDormand por "Tres anuncios por un crimen"), pero su trabajo coloca a Graham en un espacio cinematográfico que siempre debió tener. Hay que respetar a los pioneros.

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