En mayo del 2014, tras la proyección de “Relatos Salvajes” en el festival de cine de Cannes, Érica Rivas y Ricardo Darín sostuvieron una conversación a las afueras de un bar en Buenos Aires. Ella sentía curiosidad por lo que pasaría con “Escenas de la vida conyugal” tras la sorpresiva salida de Valeria Bertuccelli del elenco, pero hasta ese momento el panorama parecía incierto.
“Yo quería saber si iban a reemplazar a Valeria si es que no podía seguir en la obra y se lo pregunté cuando salimos a fumar un cigarrito. Él solo respondía 'qué se yo, quizás sí, quizás no'”, recuerda Rivas sobre la primera vez que ambos actores se vieron unidos por la historia que se estrena esta noche en Lima en el Gran Teatro Nacional.
Previamente, ambos habían trazado un rumbo distinto hacia el texto ecrito por Ingmar Bergman y estrenado por primera vez en los años setenta bajo el formato de un largometraje.
Norma Aleandro, la directora del montaje y quien había trabajado con Ricaro Darín en cintas como “El Hijo de la Novia”, le había dicho en numerosas ocasiones que Juan, el personaje principal, era ideal para él, pero solo después de terminar la larga y exitosa temporada de “Art”, Darín lo comprobaría al leer el libreto.
“En mi caso yo la vi con Norma (Aleandro) y Alfredo (Alcón) en los años noventa. ¡Fue una de las primeras obras teatrales a las que asistí! Después volví a ver la película de Bergman varias veces y también la volví a ver en el teatro cuando la protagonizaban Ricardoy Valeria ”, explica Érica Rivas sentada al lado de Ricardo Darín en un breve diálogo que sostuvieron en exclusiva con “El Comercio” y que citamos a continuación:
Imagino que para ambos esta obra debe ser aún más especial al tener como directora a Norma Aleandro.Ricardo: Norma es un fenómeno. Te dice las cosas con un amor de madre. Es muy contenedora. A veces tenés la oportunidad de verla y de golpe, cuando te quiere exlicar algo, es como si mágicamente abriera una especie de tapita o sacara algo de una galera que tiene, y la ves por unos segundos haciendo dibujos en el aire.
Habiendo ella sido protagonizado de esta misma obra antes, ¿les transmitió algo en particular de los personajes?Érica: Ella es muy pudorosa y muy atenta a lo que vos le llevas. Ella me decía esto todo el tiempo: 'La Mariana que vos vas a hacer solamente vos sabes cómo es. Es una Mariana que no tiene nada que ver ni con la que yo hice ni la que vimos (en la temporada pasada) ni la que hizo Liv Ullmann. ¡Es tuya! Es algo que vos sabés y que hay que descubrir'. Creo que esa es la diferencia entre ella y otros directores que quizás imponen una forma.
La obra ha tenido varios formatos: ha sido película, pero ha sido una serie también. Además fue escrita en los setenta y en Europa, ¿cómo hacen para sortear las diferencias que se pueden dar entre el público y el tiempo y el contexto social en el que fue escrito el guión?Ricardo: Hemos eludido algunas referencias que tenían que ver precisamente con lo que decís, con esa brecha que se producen en el tiempo y en la idiosincrasia de cada una de las sociedades, pero tratando de respetar al máximo qué es lo que Bergman quiere decir en cada una de estas situaciones. Pero por supuesto hemos utilizado nuestro propio lenguaje y lo vas a notar. No es un lenguaje exageradamente literario. Hemos tratado que sea lo más coloquial posible. Estos dos personajes son una abogada y un profesor de recursos humanos, gente que está en contacto permanente con los demás y que no podrían hacer otra cosa que tratar claramente de darse a entender. Es lo que buscamos y creo que lo hemos conseguido. Érica decia algo que creo que vamos a descubrir en unas horas: hasta qué punto algunos giros idiomáticos, algunas frases, algunos conceptos que en un determinado lugar generan una reacción determinada son recibidos a tantos kilómetros de distancia. Descubrirlo es algo vertiginoso para nosotros.
Porque además está es la primera vez que la obra sale de Argentina.Ricardo: Sí, hemos tenido presentaciones en el interior de Argentina y vamos a viajar a España, pero esta es la primera vez que salimos. Es una situación vertiginosa y vamos a descubrir hasta qué punto tiene universalidad este conflicto que plantea la obra y hasta qué punto resiste nuestras diferencias idiomáticas.
El estreno de “Escenas de la vida conyugal” se convertirá en el primer montaje de este formato que se hará en el Gran Teatro Nacional, que es la sala más importante que tenemos en el país.Ricardo: Estoy impresionado. No sabía lo del teatro. Nosotros tenemos mucha confianza en esta pieza. Por muchos motivos. Uno de ellos: somos dos. El planteo de la puesta en escena no está apoyado sobre artificios ni juegos artificiales ni estructuras que suben y bajan ni luces que se convierten en rayos espectaculares. Somos dos actores parados sobre un escenario bastante despoblado con una propuesta, un conflicto. Esa es esencialmente la propuesta de Bergman, que lo que esté delante de todo sean el texto y las interpretaciones.
¿Cómo reciben la acogida del público peruano? Las entradas de las primeras funciones se agotaron en cuestión de horas.Ricardo: La respuesta de la gente es muy gratificante. Nos fuimos enterando a medida que iba ocurriendo y nos iban contando. Esperamos pisar el escenario ya y poder estar a la altura de estas expectativas, porque un teatro de estas características también obliga a que nosotros hagamos una readaptación. Está es una obra intimista, si se quiere, y en un escenario de estas características, en uno de esos teatros que te pueden llegar a cohibir, hay que hacer un reajuste y esperamos que nos salga bien.
EL DATO“Escenas de la vida conyugal”, dirigida por Norma Aleandro y protagonizada por Ricardo Darín y Érica Rivas, se presentará desde el jueves 18 de junio hasta el domingo 21 de junio (teniendo doble función el sábado y domingo) en el Gran Teatro Nacional. Todavía quedan entradas disponibles para la segunda función del domingo. Los boletos se pueden adquirir en Teleticket de Wong y Metro.