"El síndrome que tiene Arthur es la risa permanente. Este síndrome, dicho sea de paso, nos recuerda el tema de la obra de Victor Hugo “El hombre que ríe”. Su protagonista, Gwynplaine, es un hombre que tiene una risa forzada en una mueca en la cara y esta mueca es una venganza contra los poderosos que lo han marginado. "
"El síndrome que tiene Arthur es la risa permanente. Este síndrome, dicho sea de paso, nos recuerda el tema de la obra de Victor Hugo “El hombre que ríe”. Su protagonista, Gwynplaine, es un hombre que tiene una risa forzada en una mueca en la cara y esta mueca es una venganza contra los poderosos que lo han marginado. "
Alonso Cueto

¿Por qué la película “” de Todd Philips es un éxito de público? Producida con un presupuesto de entre cincuenta y setenta millones de dólares por Warner Brothers, los ingresos de “Joker” en todo el mundo, a menos de un mes de su estreno, han multiplicado por diez sus gastos de inversión. Después de la ovación de ocho minutos que recibió en el Festival de Venecia, donde ganó el León de Oro, la película atrae a espectadores en todo el mundo. El día que fui a verla las colas eran enormes, aunque menores a las de los que esperaban entrar a la función siguiente.

Joker” es una película extraña y brillante pero no es precisamente “agradable de ver”, como piden algunos. Su éxito de público rompe los parámetros previstos por los marketeros. El protagonista es un cómico fracasado, Arthur Fleck, que vive con su madre enferma en algún edificio ruinoso de una ciudad imaginaria de cómic, Gotham City. Fleck, que la impresionante interpretación de dejará en el recuerdo, es asaltado por un grupo de chicos callejeros. Su amigo Randall le regala una pistola para protegerse y luego, cuando la pistola se le cae en el hospital mientras entretiene a unos niños, Arthur es despedido. Randall agrava su situación al mentir declarando que él nunca le dio la pistola. Luego Arthur sufre el acoso de unos tipos en el metro y, después de soportar sus abusos, les dispara. El crimen es condenado por el millonario Thomas Wayne, quien Arthur sospecha que es su verdadero padre. Desde antes de todo ello, el síndrome que tiene Arthur es la risa permanente. Este síndrome, dicho sea de paso, nos recuerda el tema de la obra de Victor Hugo “El hombre que ríe”. Su protagonista, Gwynplaine, es un hombre que tiene una risa forzada en una mueca en la cara y esta mueca es una venganza contra los poderosos que lo han marginado.

Joker no puede dejar de reírse. Creo que el éxito de la película se debe a que su carcajada congelada representa la de muchos. Todos tendremos un motivo para reírnos tanto por nuestras vidas como por lo que nos rodea. En un mundo sin valores o creencias, la risa es un recurso contra el maltrato de la convivencia urbana, la falta de honestidad, la teñida de racismo y que todavía vemos en nuestro país, y tantas razones. La película incluye un ataque directo a un personaje de la televisión y el cinismo y la superficialidad de los medios. Son abusos contra los que no podemos hacer nada. Nuestra respuesta es la risa y, acaso, la violencia. La protesta del Joker no es ideológica ni política ni doctrinaria. Es una protesta personal en un mundo como el nuestro que se parece al de un cómic.

Hay un momento de la película en el que Arthur evita matar a un compañero laboral y le da una razón: “Tú siempre fuiste bueno conmigo”. Para Arthur, un gesto de bondad es un acontecimiento excepcional. La generosidad es una hazaña de los héroes discretos.

Aunque la película ha recibido una serie de ataques por su supuesta incitación a la violencia, hay que reconocer que es más bien una exploración de sus raíces. La soledad, la ruptura de la familia, las burlas y las humillaciones son causas que el protagonista vive a fondo, en su gesta. En un mundo en el que las palabras no alcanzan, la risa es una muestra de la humanidad. Desde hace mucho que los peruanos también nos reímos de todo lo que ocurre. Es el recurso final.

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