"Al declararse la necesaria cuarentena inicial de 15 días, señalé en este mismo espacio que las características de la economía peruana hacían imposible atacar el tema sanitario y económico separadamente". (Ilustración: Víctor Aguilar)
"Al declararse la necesaria cuarentena inicial de 15 días, señalé en este mismo espacio que las características de la economía peruana hacían imposible atacar el tema sanitario y económico separadamente". (Ilustración: Víctor Aguilar)
Roberto Abusada Salah

Las últimas proyecciones de destrucción económica en Latinoamérica a causa del COVID-19 publicadas por el Banco Mundial (BM) esta semana colocan al Perú –el país que era considerado el más sólido para enfrentar la crisis– con la peor caída entre sus pares de la región. El BM proyecta para el Perú una contracción del 12% en su PBI, muy superior a la de países como Chile, Colombia, México e incluso la atribulada Argentina. Más aún, ese estimado no toma en cuenta el daño hecho y por hacer desde el Congreso. El Instituto Peruano de Economía proyecta -15%. Al iniciarse la lucha contra la pandemia, sabíamos que se tendría una caída en el crecimiento e incluso crecimiento cero. Pero ahora que ya avizoramos una catástrofe económica, resulta imperdonable aceptar que la caída sea descomunal en comparación con la que sufrirán nuestros vecinos. ¿Quién es responsable de esta calamidad?

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