Comida saludable. Super foods. Pastelería. Dietas y planes alimenticios. Las salidas para el arándano son cada vez más variadas, pero aún hay algo que falta: un factor que lo convierta en un invitado recurrente en nuestras mesas. “Se sigue viendo a los arándanos como un producto foráneo”, sostiene Karla Bretoneche, jefa de pastelería de Astrid & Gastón. “Es responsabilidad nuestra como cocineros y pasteleros seguir mostrando insumos, ya sean antiguos o poco conocidos. Salir de la zona de confort y perderle un poco el miedo al rechazo”, afirma la experta sobre la introducción de las bayas azuladas al menú local.
Para el cocinero Matías Cillóniz, al frente de Mó Bistró, no se trata tanto de un reto como sí de una posibilidad. “En cualquier plato donde pondría una fresa, también podría poner un arándano”, afirma. “Es un producto que refresca y aporta un toque dulce. Hay que probar con qué cosas funcionan: cereales, ensaladas, chocolate, frutos secos. Hasta congelados son deliciosos, sobre todo si se usan como hielo en jugos o aguas. Lo que también debemos aprender a hacer cuando producimos mucho de algo, es conservarlo, tanto en jaleas, vinagres u otros productos congelados”, añade.
La nutricionista Maca Bustamante tiene 5 razones clave para incluirlos en nuestra dieta.
1. Jóvenes por siempre
Los arándanos son una fuente rica de antioxidantes (en especial, antocianinas), que protegen contra el daño y el envejecimiento celular. La fuente de la juventud bien puede estar -y está, de hecho- en nuestra alimentación.
2. Ligeros y saludables
Una taza de arándanos aporta 4 gramos de fibra, 25% del requerimiento diario de vitamina C y aproximadamente 35% del requerimiento diario de vitamina K. Todo eso con tan solo 84 calorías.
3. Producto versátil
Es muy fácil incluirlos en diferente preparaciones. También se suelen usar en repostería saludable: desde queques o muffins, hasta galletas con avena y otros ingredientes sanos.
4. Arándanos a toda hora
Pueden comerse en el desayuno como toppings en la avena o el yogur. Muchas personas los congelan -una buena manera de preservarlos- y luego los agregan a sus smoothies. En el almuerzo, van muy bien con las ensaladas e incluso se pueden probar como snack de media tarde. Las opciones son infinitas: es solo cuestión de experimentar.
5. ¿Qué debemos evitar?
El error más grande que podríamos cometer es exponerlos a altas temperaturas. Al ser ricos en vitaminas, es mejor consumirlos en su estado fresco y natural, ya que las vitaminas son bastante sensibles al calor. De esta manera, podemos aprovechar mejor los nutrientes que nos ofrecen.