Una buena alimentación e hidratación optimizan cada célula, especialmente las del cerebro. (Foto: iStock)
Una buena alimentación e hidratación optimizan cada célula, especialmente las del cerebro. (Foto: iStock)

Escucha la noticia

00:0000:00
Nuestro cerebro, el órgano que más energía consume
Resumen de la noticia por IA
Nuestro cerebro, el órgano que más energía consume

Nuestro cerebro, el órgano que más energía consume

Resumen generado por Inteligencia Artificial
La IA puede cometer errores u omisiones. Recomendamos leer la información completa. ¿Encontraste un error? Repórtalo aquí
×
estrella

Accede a esta función exclusiva

El , aunque pequeño, consume gran cantidad de energía. Representa solo el 2% de nuestro peso, pero gasta entre el 20% y 25% de la glucosa disponible en reposo. Una cuarta parte de lo que comemos va directamente a alimentarlo, ya que nunca descansa.

LEE TAMBIÉN | Más allá del entrenamiento de fuerza: las habilidades que necesitamos para una vida plena

Incluso sin tareas específicas requiere entre 120 y 130 gramos de glucosa al día, y bajo exigencia puede superar los 150. Como no almacena glucosa, necesita un flujo constante desde la sangre. Por eso, la calidad de nuestra alimentación y descanso determina cómo pensamos, sentimos y reaccionamos. La energía disponible en momentos de crisis depende de la higiene de nuestra rutina diaria.

Newsletter exclusivo para suscriptores

Juan Carlos Fangacio

El estrés crónico puede elevar la demanda de glucosa hasta un 30%, las emociones intensas entre 15% y 35%, el aprendizaje un 25%, y deportes de combate como el kickboxing hasta un 50%, al combinar esfuerzo físico, cognitivo y emocional.

¿Qué hacer en la vida diaria?

  1. Alimentación: elegir carbohidratos de calidad (avena, quinua, camote o arroz integral) ayuda a mantener niveles de glucosa estables. El cerebro no funciona con picos y bajones.
  2. Movimiento: entrenar fortalece músculos y oxigena la mente, mejorando el uso de la glucosa y la memoria.
  3. Mindset: manejar el estrés y practicar respiración consciente evita un gasto excesivo de energía mental.
  4. Comunidad y descanso: rodearnos de personas positivas, dormir bien e hidratarnos adecuadamente, incluyendo electrolitos, aligera la carga cerebral.

Una buena alimentación e hidratación optimizan cada célula, especialmente las del cerebro. Antes de entrenar, rendir un examen o enfrentar una reunión, elige carbohidratos complejos, proteína y grasas saludables. Tras el esfuerzo, repón energía, descansa e hidrátate. Ante un día estresante, lleva snacks nutritivos.

El cerebro es nuestro órgano más hambriento. Cuidarlo es un acto de amor propio que se traduce en claridad, rendimiento y mejores decisiones. //

Contenido Sugerido

Contenido GEC