Tocan el timbre. En algunos casos espera una moto; en otras una minivan, un auto regular o incluso una camioneta de lujo. ¿Qué transportan? Comida recién hecha. Personal capacitado de cada restaurante -en muchos casos usan un uniforme del local- hace la entrega de los paquetes con extremo cuidado. Todos llevan puesta una mascarilla y una cofía o cobertor para la cabeza. El ejercicio se repite cada vez: primero colocan un taburete delante de la puerta, siempre respetando la distancia estipulada, incluso más. Luego desinfectan la superficie, disponen los paquetes encima, y vuelven a desinfectarlos con un spray. Solo en ese momento es que el consumidor puede acercarse a recogerlos.
Desde que se reactivara la actividad gastronómica en nuestro país he podido probar ocho deliveries. De momento, no se ha reportado ningún incidente en cuanto a restaurantes -no consideramos esta vez a fast foods ni aplicativos- y son muchos los locales que continúan acogiéndose a este recurso. Esta misma semana, Tanta acaba de arrancar con sus envíos a casa, por ejemplo. Seguirán sumándose otros, pero no todos: para algunos restaurantes es costoso implementar estos protocolos y la competencia es alta. Hay quienes optan por enviar platos terminados, pero también quienes venden packs de comida para hacer en casa, con todo listo o prácticamente listo para echarse en una olla o sartén y servirse de inmediato (estos vienen con una guía en papel o en digital). El servicio de market, con la venta de productos preparados –panes, salsas– e incluso frutas y verduras es otra de las alternativas desarrolladas por varios establecimientos. Un factor importante es que todos o casi todos se están apoyando en su staff -mozos, personal administrativo- para coordinar el delivery y realizar las entregas.
MIRA: Richard Swing: tráfico de “swingfluencias”
Los restaurantes están esforzándose por ofrecer un servicio a la altura -en algunos casos de verdad impecable- pero definitivamente aún hay cosas por afinar. Desde el lado del usuario también hay algunas recomendaciones a tener en cuenta para garantizar que la experiencia sea lo más segura posible. Para empezar, el pedido mismo: ¿lo hacemos vía web? ¿vía Instagram? ¿vía Whatsapp? Muchos locales tienen habilitados los tres canales, o ‘tercerizan’ a través de un servicio especializado, como Mesa 24/7. Usar Whatsapp me resulta la manera más cómoda, en tanto se brinden las garantías necesarias: por ejemplo, que aparezca un mensaje como este: “Este chat es con una cuenta de empresa”, al empezar la conversación. Si el restaurante permite o pide pagar antes de la entrega -con depósito o pago virtual- será menos riesgoso para ambas partes. Evitemos el pago en efectivo, y lo menos posible con tarjeta / POS. Si queremos dar propina, podemos incluirla en el pago virtual -previa conversación con el local- o entregarla en un sobre o bolsa de plástico.
Antes de que llegue el pedido -tal y como hacemos con las bolsas del supermercado- es buena idea disponer papel o bolsas de plástico que actúen como protectores en las superficies donde vamos a colocarlo. Una vez lo hayamos recogido, revisemos los envases: la mayoría de restaurantes está optando por trabajar con tápers biodegradables, cuyas texturas varían. Algunos son más resistentes que otros y pueden reciclarse previa desinfección. Otros podrían dejar pasar la comida, sobre todo si es jugosa: si no vamos a consumir el plato en el momento, pasemos el contenido a un táper de plástico. Todos los recipientes, independientemente del uso, deberán limpiarse con un trapo con lejía y agua: desde envases a botellas. Al momento de comer, sirvamos todo en platos de casa. No comamos directamente del táper. Ciertos expertos sugieren que al calentar la comida en el microondas mueren algunas bacterias; no está de más aplicarlo en tanto sea posible. ¿Qué hacemos con las ensaladas frescas? Si podemos darles una lavada, hagámoslo también.
MIRA: La victoria que consoló a un país: 50 años de la histórica remontada de Perú a Bulgaria en México 70
Ahora, hablemos de aquello que más nos interesa: la comida. A continuación, un resumen de la propuesta de delivery de ocho restaurantes limeños, tal y como llegaron a casa.
1. Isolina
La taberna limeña comandada por el cocinero José del Castillo es ejemplo de dos cosas: se puede crear una experiencia similar a la que se vive en el restaurante; y los espacios premiados - Isolina pertenece a la lista 50 Best, edición Latinoamérica- también saben adaptarse a los nuevos formatos. Las porciones de delivery, como en el local original, son bastante generosas: de un solo táper comen varios. Encontramos los clásicos de siempre, como el seco de asado de tira, papa rellena, escabeche de pescado, cau cau con sangrecita, chaufa con lomo... y también detalles que terminan de ponerle sabor al menú, como una botella de chicha de la casa y coctelería de antaño. De momento solo se hace entrega a Miraflores y Barranco, pero pronto se habilitarán más distritos.
Más información sobre el delivery en: @isolinataberna
MIRA: ¿Igual que una cerveza? Este es el vino peruano que se vende en lata
2. Cosme
Comida confortable, cercana, pero con estilo y sello de autor. La mesa de James Berckemeyer ha manejado una de las mejores estrategias de comunicación en redes sociales para informar sobre su servicio de delivery. Aquí se manejan las tres líneas clave: plato terminado, plato para preparar en casa, y market de productos. En la carta encontramos las recetas del menú habitual, como el bowl de quinua con trucha acebichada, bun de panceta, croquetas de quinua, arroz Cosme, pasta tortiglioni y postres como las soberbias crema volteada y torta de chocolate.
Más información sobre el delivery en: @cosme.pe
MIRA: ¿Cómo empezar un huerto en casa? Anímese con estas recomendaciones
3. 500 grados
Los hornos de 500 grados se han mantenido activos y bien calientes para crear una carta donde 7 variedades de pizzas, carnes -ossobuco, pollo bebé- empanadas y otros bocados abrigadores le ponen color y calor a estos días grises. El restaurante de Jaime Pesaque -quien también tiene para delivery sus otras dos marcas gastronómicas: el premiado Mayta y Mad Burger- propone un menú reconfortante para disfrutar a solas o en compañía. No olvide revisar las opciones en postres.
Más información en: @500grados
MIRA: Lauryn Hill: ¿qué fue de la cantante que marcó los 90 y le dijo no a la fama?
4. Franklin
Aquí encontramos un caso particular: si bien el restaurante sanisidrino ha mantenido un buen número de sus platos habituales para el delivery -sliders, coctel de langostinos, macaroni and cheese trufado, burrata- también ha desarrollado una carta nueva, solo para envíos a casa, donde reúne varios clásicos del repertorio criollo, como chifa y pollo a la brasa orgánico, con toques al estilo de su cocina. Hay mucho por elegir e incluyen también vinos por botella.
Más información en @franklinrestaurante
MIRA: ¿Quieres aprender quechua gratis? Agenda este curso y descubre el milenario idioma de los incas
5. La vaca loca
¿Extrañaba la parrilla? Aquí hay una buena alternativa para disfrutar de algunos cortes, con la opción de indicar el término y personalizar el pedido con los acompañamientos a elección. En La Vaca Loca -tal y como ocurrió con muchos locales de parrillas- empezaron con la venta de carnes crudas para preparar en casa. Una vez habilitado el delivery, el restaurante ha implementado el servicio de entrega de cortes preparados a la brasa, además de incluir distintos platos de su carta tradicional, como pastas o postres. Eso sí: si planea hacer un pedido a algún restaurante de carnes y parrillas, conviene que tenga en cuenta la ubicación y procure buscar uno que esté cerca a su casa, para garantizar que el pedido llegue en su punto.
Más información en @lavacalocarestaurante
MIRA: La apuesta por la agricultura urbana: consumir alimentos cultivados por usted mismo
6. Mattoni
El restaurante italiano Mattoni tiene un factor a su favor: en el espacio se elaboran de cero las pastas frescas y rellenas que forman parte de la carta. Así, al habilitar el delivery, la marca ha optado por ampliar su selección de platos preparados con una interesante selección de sus productos. Desde pastas clásicas -como bucatini, rigattoni, papardelle, raviolis o malfattis- hasta carnes por peso -pastrami, roast beef o costillar BBQ- panes, quesos, salsas -putanesca, pecanas, ragú de cordero al vino, entre otras- gelatos y postres. Un amplísimo menú hecho en casa para comer en casa.
Más información en @mattoniperu
MIRA: Retablos con temática Covid-19: la alternativa de los artesanos ayacuchanos para sobrevivir en la pandemia
7. Osso
Osso fue uno de los primeros locales en poner a la venta packs de comida para preparar en casa, con los ingredientes medidos a la perfección y las recetas detalladas. La oferta incluye desde lomo saltado hasta costillas BBQ, pollo al horno, lasaña, hamburguesas y tuco de res, entre otros platos que la marca del cocinero Renzo Garibaldi continuará desarrollando. Algunos kits se encuentran a la venta en Wong -consultar disponibilidad y locales- y todos se pueden pedir a través de las carnicerías de Osso ubicadas en La Molina y San Isidro, para la entrega a domicilio.
Más información en @ossocarnes
MIRA: La noche en que Metallica puso a Lima y a sus fans peruanos en los ojos del mundo
8. La Huaca Pucllana
Uno de los restaurantes bandera de la capital acaba de abrir su servicio de delivery. La cocina del Restaurant Huaca Pucllana, comandado por Marilú Madueño, ha puesto a la venta una selección de sus platos estrella con criollísimos cebiche, anticuchos de corazón y sábana de lomo con tacu tacu de frejol negro, plátanos fritos y huevo; además de creaciones como los langostinos amelcochados, risotto con sabores de arroz con pato, y fussilli a lo macho con langostinos. El espacio ofrece también paquetes familiares y la venta de moldes de souffle de choclo, lasaña de ossobuco -entre otros- y postres enteros.
Más información en: @restauranthuacapucllana
MIRA: El Huaralino: de ser la casa de la cumbia y el rock subte a nuevo bastión contra el coronavirus