Investigadores han logrado un avance en la búsqueda mundial de un nuevo medicamento que busca eliminar la creciente resistencia del parásito de la malaria a los tratamientos convencionales, según un estudio publicado en la revista "Nature".
La aretemisinina, usada en los actuales medicamentos, es un compuesto eficaz frente a esta enfermedad, pero en el Sudeste asiático el parásito ha desarrollado resistencia y se teme que pronto pueda alcanzar a África. Las especies resistentes a ese compuesto se han extendido a seis países en cinco años.
Científicos de las Universidades de Stanford, California, San Francisco, Melbourne y del Laboratorio de biología molecular de Cambridge han utilizado tecnología de punta para diseñar un compuesto inteligente para combatir esta cepa resistente.
El nuevo compuesto es "un buen comienzo, pero todavía no es adecuado para seres humanos. Tiene que poder administrarse por vía oral y necesita durar largo tiempo en el torrente sanguíneo", señaló la profesora Leann Tilley, de la Universidad de Melbourne.
"La artemisina causa daños a las proteínas del parásito de la malaria que matan a la célula humana, pero el parásito ha desarrollado formas de lidiar con ese daño. Por eso se necesitan, de forma urgente, nuevos medicamentos contra esos parásitos resistentes", explicó.
El nuevo compuesto ataca el sistema de eliminación de residuos del parásito, un complejo protéico conocido como proteasoma, que es "como una tritutadora que mastica las proteínas usadas o dañadas", según un comunicado de la Universidad de Melbourne.
Los investigadores purificaron la proteasoma del parásito de la malaria y, tras diversos procedimientos, diseñaron inhibidores para un compuesto que "podría ser usado para limpiar de parásitos a ratones infectados".
Después aplicaron una nueva técnica para generar la estructura de alta resolución tridimensional de una proteína, la primera vez que se usa para diseñar una medicina.
Los expertos probaron el nuevo compuesto en células rojas infectadas por parásitos de la malaria y descubrieron que era eficaz para matar tanto a los parásitos resistentes a la artemisinina como a los sensibles a esta.
"Estos nuevos inhibidores de la proteasoma complementan, en realidad, a los medicamentos a base de artemisinina", pues esta daña la proteína y los inhibidores de la proteasoma impiden que se repare", agregó Tilley.
Fuente: EFE