Proponen tratar epilepsia severa con nueva técnica de cirugía - 1
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Redacción EC

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Convulsiones recurrentes, espasmos musculares violentos, incluso la pérdida de conocimiento. Y todo esto sucede de improviso, sorprendiendo a quien las sufre y a quien es testigo del hecho. Así se manifiesta la . Esta condición es definida como un trastorno cerebral ocasionado cuando las neuronas envían señales erróneas.

Para los pacientes que sufren de epilepsia severa existe un tratamiento: la destrucción de una pequeña área del cerebro en donde se originan las convulsiones.

Para lograrlo es necesario realizar una perforación profunda en el cráneo. Sin embargo, esta opción es invasiva, peligrosa y acarrea un largo período de recuperación.

Ante esa situación, ingenieros de la Universidad de Vanderbilt pensaron en una alternativa: llegar a esa zona del cerebro causando el menor impacto para el paciente.

La zona involucrada en las crisis epilépticas está en el hipocampo, en la parte inferior del cerebro. ¿Cuál es la posible solución? El desarrollo de un dispositivo robótico que se introduce a través de la mejilla del paciente, entrando al cerebro desde abajo sin necesidad de tocar el cráneo.


EL PROTOTIPO


Para ello, los científicos estadounidenses crearon el prototipo del dispositivo, que cuenta con una aguja de aleación capaz de ser dirigida con mucha precisión a lo largo de una trayectoria curva. Este funciona dentro de un potente campo magnético creado por un escáner de resonancia magnética.

El dispositivo aprovecha las aberturas del hueso en el rostro para llegar hasta el cerebro.

El aguja que utiliza –de 1,14 mm–  está hecha de una aleación de níquel y titanio. Cuenta con tubos concéntricos, algunos de los cuales son curvos, que permiten que la punta siga una trayectoria curva en el cerebro. Usa aire comprimido para que la plataforma robótica pueda controlar el avance de la aguja de manera milimétrica.

Según el profesor de ingeniería Eric Barth, quien dirigió el proyecto, la siguiente etapa en el desarrollo del robot quirúrgico es la prueba con cadáveres. Se estima que podría estar en las salas de operaciones en la próxima década.

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