El negro transmite sofisticación, fuerza y mucho carácter, mientras que la madera es un material que proyecta calidez y evoca la naturaleza. Por eso, un espacio con ambos recursos puede lucir contraste y un alto impacto visual en casa.
Si se trata de una estancia pequeña, aplica el negro solo en un muro, porque tiende a reducir visualmente el tamaño de un espacio. Para contrarrestar su intensidad, emplea maderas claras, como huayruro, pumaquiro, capirona o pino oregón, las cuales pueden estar en pisos, tableros, reposteros, puertas o enchapes de pared.
También puedes acompañar el ambiente con muebles o detalles de color blanco, crema o arena, y materiales que reflejen la luz natural (espejos y superficies pintadas con poliuretano), para crear un efecto de amplitud. En la galería que acompaña esta nota compartimos más detalles
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