Los espejos brindan amplitud y luminosidad en donde se los ubique, pues al reflejar el ambiente hacen que los espacios se aprecien más grandes y con mayor profundidad. Para conseguirlo, la interiorista Luciana Ivanor señala que, en estancias pequeñas (menos de 20 m2), puedes cubrir uno de los muros con un espejo que vaya de pared a pared y de piso a techo.
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Si quieres que la pieza adquiera un aire depurado, puedes optar por una sin marco y con bordes biselados (corte en ángulo). Para conseguir un estilo más elegante y luminoso, elige un marco teñido en oro rosa o dorado.
Si en tus espacios predomina un carácter vintage, un espejo con bordes de madera con acabado wash será tu mejor elección. Inspírate en las propuestas que compartimos en la galería de la nota.