Con fuertes vientos y mucho polvo, Calama recibió al Dakar. El campamento en esta parte de Chile es sin duda uno de los que más complicaciones les presenta a sus habitantes, ya que las condiciones climáticas son muy rigurosas. El polvo vuela, golpea y ensucia, tanto que los vehículos tienen que recibir una limpieza especial en sus sistemas de contacto eléctrico. Pese a ello, los pilotos disfrutan de la llegada, es una etapa más completada.
El peruano Carlo Vellutino fue uno de ellos de los que arribó a Calama y sumó una nueva etapa en su objetivo de llegar a Buenos Aires. “Ha sido duraza la etapa, muy golpeadora”, nos dice.
Carlo tuvo problemas además, ya que la batería de su GPS se agotó, por lo que los últimos kilómetros solo tuvo que guiarse por el road book. Sin embargo, Carlo ya se encuentra en cuenta regresiva para la meta final. “Ya estamos. Este es un día menos”, dice con tranquilidad.
Pese a ello, el motociclista nacional, el único peruano que queda en esta categoría, se mantiene por debajo del puesto 60 de motos.
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— DT El Comercio (@DTElComercio) January 13, 2015
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