Una escena común por estos días: ante el estado de emergencia provocado por el coronavirus, optas por comprar a través de la aplicación de un supermercado cualquiera para evitar el contacto físico, como dictan las recomendaciones del Ministerio de Salud. Haces tu selección habitual y, superando algunos inconvenientes menores de ‘stock’, concluyes tu transacción con éxito. Todo bien, hasta que revisas la fecha de entrega de tu pedido: dentro de dos semanas, como mínimo, quizá para cuando la cuarentena ya haya terminado.
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Esa es la paradoja del comercio electrónico en estos momentos. Sirve, pero (también) con restricciones. Ante las medidas decretadas por el Gobierno, mucha gente se ha volcado a las plataformas de ‘abastecimiento digital’, pero la dinámica no ha fluido del todo por problemas de personal y logística, como apunta Arnaldo Aguirre, consultor asociado de Arellano y especialista en comercio y consumo masivo.
Lo cierto es que, si bien el e-commerce creció 49% la semana pasada –en medio de la ‘inmovilización’– facturando alrededor de US$3 millones (según Niubiz), ha podido generar mucho más, sobre todo si se toma en cuenta que mueve unos US$2.800 millones al año, de acuerdo a la Cámara de Comercio de Lima (CCL).
Claro, hay que precisar que el macrosector comercio solo está trabajando al 50% de su capacidad y que su complemento, el rubro de transporte y almacenamiento, lo hace al 66%, como ha señalado la Unidad de Análisis Económico de este Diario, pero aun así lo conseguido ‘online’ se puede mejorar, “más todavía con la proyección sobre lo que pasará cuando termine la cuarentena”, anota el presidente de la Cámara Peruana de Comercio Electrónico (Capece), Helmut Cáceda.
“Aunque son pocas las empresas que se han preparado para esta coyuntura, llevando adelante sus procesos de transformación digital, nos toca aprovechar este nuevo escenario con la economía del ‘contac tless’. No hay coyuntura perfecta, la oportunidad es ahora”, explica el ejecutivo, y añade que las actuales circunstancias pueden acelerar las mejoras en el servicio de e-commerce local.
UN DESPEGUE NECESARIO
En efecto, impulsado por la coyuntura, se está dando y se va a dar un salto tecnológico que optimizará el comercio electrónico y, además, otros sectores con alta demanda durante estos días, como los de entretenimiento, educación y gestión empresarial, refiere a Día1 Carlo Mario Dioses, cofundador y gerente general de la ‘fintech’ PuntoComRent.
Ciertamente, la semana que pasó un estudio de Ipsos Perú concluyó que por lo menos el 60% de las actividades de entretenimiento en los hogares de nuestro país ya tiene un componente digital, lo que pasa por conversar vía WhatsApp o redes sociales, ver videos en You Tube o Netflix, escuchar música en Spotify o leer noticias en Internet, entre varias otras alternativas. Todo ello, por supuesto, requiere una infraestructura de redes robusta, que sea capaz de soportar esta dinámica, “un ancho de banda que por ahora no es suficiente”, según Dioses.
¿Cómo lograrlo? Para el CEO de DN Consultores, Carlos Huamán, el tema pasa por una gestión más eficiente de nuestras redes. “El tráfico de Internet ha crecido entre 50% y 60% en los días de cuarentena y ese es un incremento que, de golpe, hace colapsar a cualquier servicio. Sin embargo, por ahora las empresas de telecomunicaciones han respondido bien y lo que falta hacer, frente a las circunstancias, ya tiene que ver con una estrategia más ‘ad hoc’, dándole a los operadores la posibilidad de que administren sus redes”, explica.
El especialista pone como ejemplo lo que vienen haciendo ‘apps’ como Netflix o Facebook Live, que han reducido en 25% su velocidad de descarga para lidiar con un mayor consumo. Detalla que, de manera excepcional y salvando los aspectos regulatorios, el Gobierno podría darle a las ‘telco’ la posibilidad de tomar medidas equivalentes.
Lo dicho no es muy popular, por cierto, y más aun si, como acota Arnaldo Aguirre, estas empresas se han ganado antipatías extras con su reciente llamado a la población para moderar su consumo de Internet, “sin complementar ese mensaje con otros más empáticos y solidarios con los consumidores”.
Afortunadamente, nada está oleado y sacramentado, por ahora, y aun en estos días de crisis, muchas más son las oportunidades por aprovechar. “Son tiempos de cambios y reconversión de los negocios”, finaliza Dioses. Debemos sacarles rédito.