La saliente ministra de Desarrollo e Inclusión Social planteó la necesidad de generar una estrategia de “salida permanente de la pobreza”. Esta estrategia, que fue anunciada por el presidente en su mensaje del 28 de julio, complementaría la estrategia que actualmente implementa el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) y daría cuenta de un compromiso desde el Estado no solo con los peruanos en situación de pobreza, sino también con aquellos que han logrado superar dicha condición, pero que aún enfrentan una alta vulnerabilidad.
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Se trataría de una estrategia para que aquellas familias que hayan superado la condición de pobreza encuentren los recursos y servicios necesarios para asegurar que se mantendrán fuera de ella.
¿Qué implica esto? Asegurar una oferta básica de servicios al alcance de estas familias que han logrado superar condiciones de pobreza –que tradicionalmente ya no serían usuarios de los servicios del Midis–. Esto exige asegurar una oferta de infraestructura mínima –agua segura, conectividad, energía–, servicios públicos básicos de calidad –salud, educación– y acceso a servicios públicos y privados que permitan asegurar, sostener y potenciar los medios de vida con que estas familias cuentan –asistencia técnica, servicios para el emprendimientos productivo, servicios de transporte, empleabilidad, servicios financieros, etcétera–. Se trata de una oferta de servicios que permita maximizar las opciones de que estas familias se inserten en una senda sostenida y sostenible de progreso y bienestar.
La propuesta de esta nueva estrategia es altamente relevante en un momento de crecimiento más moderado y de ella se han de desprender las pautas sobre dónde y en qué focalizar los esfuerzos (y recursos) para asegurar una provisión de servicios e inversiones. También de esta estrategia se desprenderán demandas de nuevas formas de articulación intersectorial, intergubernamental y entre el sector público y privado.
Esta nueva estrategia complementaría la actual, basada en desarrollo e inclusión social –orientada a trabajar preferentemente con la población que aún está en situación de pobreza– y le daría al Midis un rol y un nuevo instrumental para contribuir también con el bienestar y desarrollo de la población (vulnerable) que, habiendo superado la condición de pobreza, aún requiere de apoyo para asegurar que podrán seguir mejorando. En el actual contexto económico, sostener los buenos resultados en cuanto a reducción de pobreza depende tanto de lo que se logre con quienes están aún en situación de pobreza (para que puedan salir de esta condición). Es decir, de lo que se logre con los usuarios de la actual estrategia de desarrollo e inclusión social como de lo que se logre para asegurar que los hogares que ya superaron la pobreza no regresen a ella (los usuarios de esta nueva estrategia).
Será tarea del nuevo ministro y su equipo completar el proceso de diseño e implementar esta estrategia.