La cuota promedio de los préstamos de consumo e hipotecario comprometería el 57,7% de los ingresos de quienes acceden al crédito. La deuda promedio de estos productos sería 8 veces el ingreso de los deudores.
La cuota promedio de los préstamos de consumo e hipotecario comprometería el 57,7% de los ingresos de quienes acceden al crédito. La deuda promedio de estos productos sería 8 veces el ingreso de los deudores.

En los últimos cuatro años, la economía ha venido creciendo a un ritmo de 3,4% y con ello los ingresos de los trabajadores formales (3,3%). Esto ha sostenido el aumento de los regulado de forma en general saludable.

Sin embargo, es importante monitorear el nivel de endeudamiento de los hogares, ya que un eventual escenario de desaceleración económica podría conllevar a un potencial riesgo para la estabilidad del sistema financiero, en caso se deteriorara la solvencia y la capacidad de pago de los hogares, según el Banco Central de Reserva (BCR).

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Según las cifras disponibles, la proporción de los ingresos mensuales que las personas destinan al pago de deudas con el sistema financiero (carga financiera) estaría por encima de los niveles prudenciales.

La cuota promedio de los préstamos de consumo e hipotecario comprometería el 57,7% de los ingresos de las personas con acceso al crédito. Asimismo, la deuda promedio de estos productos sería equivalente a 8 veces el ingreso promedio de los deudores.

En el Perú, las entidades financieras son libres de elegir a los clientes que atienden. Algunas son más cautas y prefieren dirigirse a deudores con buen historial crediticio y otras, a clientes que por no contar con historial son altamente riesgosos. Por ello, la SBS exige niveles de capital a cada entidad en función al riesgo que asumen. No obstante, prestar por encima de un tercio de los ingresos podría llegar a ser riesgoso para las entidades financieras.

Evolución del endeudamiento personal.
Evolución del endeudamiento personal.

Para estimar la carga financiera, se consideraron el número de deudores y el saldo de la deuda total por créditos de consumo e hipotecarios y se distinguieron tres grupos excluyentes de deudores: los que tienen solo créditos de consumo, solo créditos hipotecarios y ambos productos.

HALLAZGO
La información recopilada por diversas fuentes como el BCR, Equifax, Sentinel, Fit Big Data y la SBS da cuenta de que el crédito de consumo promedio, sobre todo, ha crecido por encima del número de deudores del sistema financiero.

Este creció a una tasa anual de 24% en setiembre del 2016, 3% en setiembre del 2017 y 8% en setiembre del 2018. No obstante, en dichos períodos, el número de deudores creció a un ritmo menor, lo que implica que se les ha otorgado en promedio un monto de financiamiento cada vez mayor a los mismos. Hoy, de 53 entidades financieras existentes, solo tres no otorgan créditos de consumo.

Cuota de créditos vs. ingresos.
Cuota de créditos vs. ingresos.

Hay que indicar que el 40% de los préstamos de las entidades que concentran el 90% del financiamiento de consumo es a través de tarjetas de crédito.

Otro factor que podría explicar la situación de la carga financiera de los clientes del sistema financiero es la baja penetración de la población con acceso al crédito. Solo el 40% de la PEA tiene deudas con el sistema financiero.

Así, Alberto Morisaki, gerente de Estudios Económicos de la Asociación de Bancos, considera que la carga financiera estimada es alta, pero refiere que podría estar distorsionando la información el hecho de que muchas veces las deudas son asumidas por una sola persona, pero el dinero para el pago proviene de todos los miembros de la familia. Ello responde al problema de acceso.

Crecimiento anual de la deuda promedio (%).
Crecimiento anual de la deuda promedio (%).

Para evitar el sesgo que podrían tener los datos de las remuneraciones de la planilla electrónica, se calculó la carga financiera con el ingreso promedio de los cotizantes a las AFP, que representan el sector más formal de la población trabajadora. Ahí se encontró que la carga se reduce al 45,6% de los ingresos, también por encima de los niveles prudenciales. De ahí la necesidad de mantenerse alerta a la expansión de este indicador, toda vez que la población todavía es más sensible a su cuota que a las tasas de interés.

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