Las nuevas recomendaciones indican que se puede ofrecer el huevo completo (clara y yema) desde el inicio de la alimentación complementaria, salvo que haya antecedentes de alergia.
Las nuevas recomendaciones indican que se puede ofrecer el huevo completo (clara y yema) desde el inicio de la alimentación complementaria, salvo que haya antecedentes de alergia.
Milenka Duarte

Tan pequeño como versátil, tan cotidiano como polémico. Sin duda, el es uno de esos que, pese a su apariencia simple, genera muchas dudas entre , y cuidadores, sobre todo, cuando se trata de ofrecérselo por primera vez a un . Durante muchos años, recomendaciones como “espera hasta el año para darle el huevo entero” o “cuidado porque aumenta el en niños sanos”, se han instalado como verdades absolutas.

No es casual que el huevo esté rodeado de mitos. Su introducción en la fue, durante años, motivo de reglas estrictas, muchas de las cuales han sido modificadas con el tiempo gracias a nuevos estudios y guías nutricionales. Antes se sugería comenzar solo con la yema, luego introducir la clara a partir de los 9 meses, y esperar hasta el año para dar el huevo entero. Hoy, sin embargo, las recomendaciones han cambiado, y los especialistas coinciden en que el huevo puede ser un gran aliado en la, siempre que se ofrezca de forma segura y adecuada. Después de todo, es una de las mejores fuentes de para el desarrollo cerebral y físico.

Pero junto a su valor nutricional, el huevo también carga con una etiqueta temida por muchos: la de alimento altamente alergénico. Esto hace que muchos padres enfrenten su introducción con sin saber por dónde empezar ni cómo actuar ante una posible reacción.

¿A partir de qué edad se recomienda introducir el huevo en la dieta del bebé?

Las recomendaciones sobre la introducción del huevo han cambiado, especialmente debido a los mitos relacionados con las alergias. Hoy se sugiere iniciar su consumo desde los seis meses, como parte del proceso de ablactancia.

Según explicó Vivian Geller, docente de la carrera de nutrición y dietética de la Universidad San Ignacio de Loyola a , anteriormente se solía retrasar la introducción de la clara. Sin embargo, actualmente se aconseja ofrecer el huevo completo (yema y clara) desde el inicio de la alimentación complementaria. En caso de antecedentes familiares de , puede comenzarse solo con la yema cocida durante algunos días y, si no hay reacción, incorporar la clara, siempre en pequeñas cantidades y bajo observación.

Siempre bien cocido: hervido, revuelto o en tortilla. Evita preparaciones con clara o yema cruda. Puedes mezclarlo con papillas o presentarlo en trozos pequeños para facilitar su consumo, siempre bajo supervisión.
Siempre bien cocido: hervido, revuelto o en tortilla. Evita preparaciones con clara o yema cruda. Puedes mezclarlo con papillas o presentarlo en trozos pequeños para facilitar su consumo, siempre bajo supervisión.

“Ya no se justifica retrasar la introducción de la clara. De hecho, los estudios actuales muestran que ofrecer el huevo completo de forma temprana y progresiva podría ayudar a prevenir alergias. Por ello, se recomienda comenzar con pequeñas porciones (media cucharadita), mezcladas con alimentos ya tolerados por el bebé e ir aumentando la cantidad gradualmente”, sostuvo Mónica Giacchetti, nutricionista especializada en niños de la Clínica San Felipe.

Por su parte, el pediatra de la Clínica Ricardo Palma, Edison Ríos, aclaró que, aunque hay diferencias entre las sociedades pediátricas —algunas sugieren introducirlo entre los ocho y diez meses si hay antecedentes familiares de alergias—, no debe ofrecerse antes de los seis meses. En todo caso, la decisión debe tomarse en consulta con el pediatra, considerando el contexto particular de cada niño.

¿Cuál es la mejor forma de ofrecer el huevo al bebé?

El huevo es un alimento muy completo, siempre que se ofrezca de forma segura y adecuada para su edad. Lo más importante es que esté bien cocido, ya que esto reduce tanto el riesgo de alergias como de infecciones como la salmonelosis. Como refirió el doctor Ríos, cocinar completamente el huevo –ya sea hervido, revuelto o en forma de tortilla francesa– permite desactivar proteínas potencialmente alergénicas y eliminar bacterias que podrían causar .

En esta línea, la doctora Kimberly Churbock, pediatra de Cleveland Clinic, coincidió en que la cocción completa es clave, por lo que debe evitarse cualquier preparación que deje la yema o la clara cruda o semilíquida. Además, señaló que el huevo debe presentarse en formas que el bebé pueda manipular y tragar con facilidad, como tiras suaves de tortilla o trozos pequeños de huevo cocido, siempre bajo supervisión y con el bebé sentado de forma erguida para prevenir atragantamientos.

Por su parte, el pediatra neonatólogo y director de Gestión Académica de la Universidad Científica del Sur, Ángel Samanez, sugirió ofrecer el huevo rallado sobre las papillas, en puré o revuelto sin sal ni condimentos, adaptándolo a la capacidad de masticación del bebé. Por ejemplo, para facilitar su aceptación, puede mezclarse con purés de verduras.

“En cuanto a la frecuencia, los bebés pueden consumir huevo entre dos y tres veces por semana durante el primer año de vida, e incluso más si es bien tolerado. Después del año, se puede aumentar a tres o cuatro veces por semana. Si bien no hay un momento específico del día para incluirlo, este alimento puede formar parte del desayuno o del almuerzo”, recomendó la licenciada Giacchetti.

Si hay antecedentes familiares o signos de dermatitis atópica, se recomienda introducir primero la yema cocida y observar posibles reacciones. Ante cualquier síntoma como urticaria o vómitos, consulta al pediatra de inmediato.
Si hay antecedentes familiares o signos de dermatitis atópica, se recomienda introducir primero la yema cocida y observar posibles reacciones. Ante cualquier síntoma como urticaria o vómitos, consulta al pediatra de inmediato.

¿Por qué el huevo es uno de los alimentos más alergénicos en bebés y cómo reducir el riesgo de alergia?

El huevo es uno de los alimentos más alergénicos en la infancia debido a su alta carga proteica. Según el doctor José Ignacio Larco, especialista en inmunología y alergia, es el segundo alimento más alergénico en niños menores de 18 meses, después de la, y el primero entre los 18 meses y los 5 años de edad. La prevalencia de alergia al huevo en menores de 5 años varía entre el 0,5 % y el 4 %.

Básicamente, ciertos factores pueden aumentar el riesgo de desarrollar esta alergia. Entre ellos se incluyen antecedentes familiares de alergias (padres o hermanos con alergias alimentarias), así como la presencia de o alergias alimentarias tempranas, como la alergia a la leche.

Aunque existe una predisposición genética, Larco aseguró que la introducción temprana del huevo, antes del primer año de vida, puede disminuir —aunque no eliminar por completo— el riesgo de desarrollar alergia. No obstante, no se ha demostrado que el consumo de huevo por parte de la o la lactancia influya directamente en el desarrollo de esta alergia en el niño.

Respecto a los signos de alerta, los padres deben estar atentos tras la primera ingesta de huevo. “La dermatitis atópica tiene una relación estrecha con la alergia al huevo. Si un niño presenta empeoramiento de esta condición o lesiones tipo eccema peri-orales tras el consumo, se debe tener especial cuidado”, advirtió. Además, comportamientos como escupir el huevo o introducir las manos a la boca como si intentaran rascarse pueden sugerir una reacción alérgica oral.

Asimismo, la pediatra de Cleveland Clinic mencionó que, tras la introducción del huevo, debe observarse cuidadosamente al bebé durante las horas siguientes. Los síntomas de una reacción alérgica pueden incluir urticaria, hinchazón, vómitos, diarrea, dificultad para respirar o anafilaxia. Por lo tanto, ante cualquier signo de alarma, se debe buscar atención médica inmediata.

En cuanto al manejo inicial, si el niño presenta una reacción leve, la recomendación actual es suspender el consumo de huevo, independientemente de la intensidad de la reacción. “Una vez evitado el alimento, deben realizarse estudios específicos para definir el tipo e intensidad de la alergia. Esto permitirá determinar cuándo y cómo podría intentarse una reintroducción, ya sea solo de huevo cocido o también crudo, bajo la supervisión de un especialista en alergias”, detalló el doctor Larco.

La evaluación de la gravedad es esencial, especialmente porque la mayoría de los casos se presenta en menores de tres años, en quienes es difícil medir la intensidad de las reacciones. Dependiendo del cuadro clínico, el tratamiento puede incluir , corticoides o incluso adrenalina, y es fundamental acudir a emergencias si se sospecha de una reacción severa.

Es una fuente completa de proteínas, vitaminas y minerales esenciales como hierro, zinc, vitamina D y colina. Ideal para el desarrollo físico y cerebral, el huevo puede ser parte de una dieta equilibrada desde los primeros meses.
Es una fuente completa de proteínas, vitaminas y minerales esenciales como hierro, zinc, vitamina D y colina. Ideal para el desarrollo físico y cerebral, el huevo puede ser parte de una dieta equilibrada desde los primeros meses.

A pesar de estas precauciones, el especialista en inmunología y alergia mencionó que la mayoría de los niños supera la alergia al huevo con el tiempo. Se estima que alrededor del 50% de los niños tolera el huevo cocido entre los 3 y 4 años, y aproximadamente el 70% lo tolera entre los 6 y 7 años. Estas cifras pueden variar dependiendo del tipo de reacción y de los resultados de los estudios alergológicos.

¿Hay casos en los que no se recomienda el huevo?

En general, el huevo puede formar parte de la alimentación infantil, salvo en casos específicos como alergias diagnosticadas, o hepáticos, o condiciones inmunológicas graves. En estas situaciones, Vivian Feller recalcó que su consumo debe ser suspendido y gestionado exclusivamente por el pediatra.

La doctora Churbock añadió que, los bebés con antecedentes de alergia al huevo o que presentan factores de riesgo, como eccema severo, también deben ser evaluados por un pediatra o alergólogo antes de introducir este alimento.

¿Cuáles son los principales beneficios del huevo en la alimentación infantil?

El huevo es uno de los alimentos más completos para los primeros años de vida. De acuerdo con los especialistas, es una excelente fuente de proteínas de alta calidad y contiene nutrientes esenciales como y folato, fundamentales para el desarrollo del sistema nervioso y la construcción celular en los bebés.

“La clara de huevo aporta aproximadamente el 60% del total de proteínas del huevo y no contiene grasa, mientras que la yema tiene más grasas saturadas y , pero también es rica en vitaminas liposolubles (A, D, E, K) y colina”, afirmó la pediatra.

Además de su perfil proteico, el doctor Edison Ríos agregó que, el huevo también aporta micronutrientes esenciales como , zinc, potasio y calcio, así como clave, importantes para el desarrollo neurológico.

No obstante, pese a ser un alimento muy completo y una opción adecuada como una de las primeras fuentes de proteínas para los bebés, se recomienda que forme parte de una dieta variada que incluya otros alimentos de alto valor biológico como ,, productos lácteos, para asegurar un aporte nutricional equilibrado.

Contenido sugerido

Contenido GEC