Jean Cocteau: el mundo recuerda a un artista inmortal

París [DPA]. "Je reste avec vous", se lee en la placa donde está enterrado Jean Cocteau, en la localidad francesa de Milly-la-Forêt. Nadie sabe si el genial escritor, pintor y cineasta imaginaba lo cierto que iba a ser ese epitafio que significa en castellano "me quedo con ustedes". Y es que 125 años después de su nacimiento, el legado de este influyente artista del siglo XX sigue tan vivo como antaño.

Quizá el nombre de Cocteau haya quedado ligado especialmente a sus películas. Clásicos como "La bella y la bestia" (1946), en el que plasmó con impactantes imágenes su idea de nostalgia, magia y muerte, se han convertido en hitos del cine fantástico. Si en su día sorprendieron por sus efectos especiales, hoy fascinan por su poesía y su ruptura con los convencionalismos.

"La sangre de un poeta" (1932) fue su primera película mostrada en público. Se trata de una apuesta experimental y surrealista en la que Cocteau retrata los miedos y obsesiones de un poeta, su relación con el mundo que lo rodea y la eterna preocupación por el problema de la muerte. Un año después de su estreno, la National Board of Review la incluía en su top de películas extranjeras.

Con "La voz humana", Cocteau escribió el primer gran monólogo telefónico del teatro europeo, en el que una mujer despechada mantiene la última conversación con su amante. Escrita en 1930, la obra ha inspirado varias adaptaciones, entre ellas la tragedia operística de Francis Poulenc estrenada en 1958. También dos películas significativas: "L'amore" (1948), dirigida por Roberto Rossellini y protagonizada por Anna Magnani, y el telefilme "The Human Voice" (1966), de Ted Kotcheff y con Ingrid Bergman en el papel estelar.

*HISTORIA DE UN GENIO*
Clément Eugène Jean Maurice Cocteau nació el 5 de julio de1889 en Maisons-Laffite. Creció junto a su madre porque sus hermanos fueron enviados a vivir lejos tras el suicidio de su padre. Comenzó a escribir de niño y en 1908, Édouard de Max lo presentó como un joven prodigio en una matinée poética en el Théâtre Fémina. Al año siguiente, publicó su primera compilación, "La lampe d'Aladin". Al año siguiente se mudó a la calle parisina d'Anjou y allí comenzó una vida de gran creatividad y contactos sociales. Se hizo amigo y colaborador del temible empresario Serguei Diaguilev, quien lo introdujo en el mundo del ballet y el teatro.

Desde la juventud fue un ‘touche-à-tout’, probó casi todas las expresiones artísticas. Entabló amistad entre otros con intelectuales como André Gide, Marcel Proust y Rainer Maria Rilke, así como estrellas de la talla de Marlene Dietrich y Maria Callas.

Figura clave en la vanguardia francesa, Cocteau abordó distintas corrientes, pasando de sus comienzos neorrománticos al futurismo, el dadaísmo y el surrealismo. Pese a sus breves y sonadas aventuras con mujeres, fue abiertamente homosexual. Su relación con el actor Jean Marais fue objeto de fuertes críticas, que Cocteau contestó en varios escritos contra la homofobia.

El artista multidisciplinario era ya ‘inmortal’ cuando falleció a los 74 años, el 11 de octubre de 1963, en su casa de Milly-la-Forêt, unos 50 kilómetros al sur de su querida París. En 1955 la prestigiosa Academia Francesa lo había elegido para entrar en el selecto club de sus 40 miembros, los llamados ‘immortels’.

Murió de un infarto poco después de enterarse de la muerte de su gran amiga, la cantante Edith Piaf.