Taika Waititi dirige esta película y la protagoniza en el papel de un Hitler imaginario.
Taika Waititi dirige esta película y la protagoniza en el papel de un Hitler imaginario.

Es posible que nunca antes se haya discutido tanto como hoy sobre los límites del humor. El siglo XXI –época estelar de la corrección política– ha provocado que una expresión tan natural e impulsiva como la risa requiera prácticamente pedir permiso. O por lo menos cotejar que la carcajada en cuestión no hiera susceptibilidad alguna.

En esa línea, una comedia sobre Adolf Hitler podría considerarse como un proyecto a tomar con extrema cautela. Pero a eso se ha atrevido el cineasta neozelandés Taika Waititi con “Jojo Rabbit”, una película de argumento peculiar: en la Alemania de la Segunda Guerra Mundial, el pequeño Jojo ‘Rabbit’ Betzler (Roman Griffin Davis) es un entusiasta miembro de las Juventudes Hitlerianas. Es tanto su compromiso con el movimiento que el niño tiene como amigo imaginario al mismo Hitler, interpretado por el propio Taika Waititi en una versión más bien ridiculizada y extremadamente infantil. Aunque hasta allí todo parece en orden, el mundo de Jojo dará un giro cuando descubra que su madre (Scarlett Johansson) está escondiendo a una niña judía en el ático de su casa. Una revelación que se convertirá en un dilema mayor para la ideología en formación del protagonista.

Los primeros comentarios sobre la cinta han sido mayoritariamente positivos. De hecho, después de su estreno en el Festival Internacional de Cine de Toronto, “Jojo Rabbit” se quedó con el People’s Choice Award (premio del público), un galardón que antes han obtenido filmes como “Green Book”, “12 años de esclavitud”, “El discurso del rey” y “Slumdog Millionaire”: todos ganadores del Óscar a mejor película. Así que ya tenemos, por lo menos, un nuevo candidato de fuerza para la Academia.

EL HUMOR COMO ARMA
Ciertamente, las críticas también apuntan a que “Jojo Rabbit” es una comedia más amable que irreverente, una que no arriesga demasiado en la provocación y la ironía. En su retrato del Holocausto, estaría más cerca del buenismo de “La vida es bella” que de la sátira de “Bastardos sin gloria”.

Aun así, ya han aparecido algunos detractores. Y en cuanto tenga su estreno comercial (el 18 de octubre en Estados Unidos, sin fecha confirmada para Latinoamérica), seguramente aparecerán más. La revista “The Hollywood Reporter” publicó hace unos días un artículo titulado “¿Está Alemania preparada para reírse de Hitler?”, y se cuestionaba cómo podría ser recibida la película “Jojo Rabbit” en un contexto como el actual, en el que parecen volver a emerger grupos neonazis, nacionalistas y de extrema derecha en todo el mundo. En la nota, el comediante israelí Shahak Shapira señala: “Los alemanes ven a Hitler y la Segunda Guerra Mundial desde una perspectiva diferente, tal como un problema como la esclavitud se ve con una perspectiva particular en Estados Unidos”.

Por su parte, el crítico de la revista “Vanity Fair” K. Austin Collins opina que la clave para utilizar el humor con personajes siniestros de la historia (como Hitler) es que “la sátira, además de hacer reír, debe ofrecer una idea sobre el personaje real, un punto de vista que revele algo nuevo”. En ese sentido, Collins opina que “Jojo Rabbit” no consigue dicho objetivo del todo. Habrá que verla para sacar conclusiones propias.

Charles Chaplin, uno de los primeros en parodiar a Hitler, en
“El gran dictador” (1940).
Charles Chaplin, uno de los primeros en parodiar a Hitler, en “El gran dictador” (1940).

MENTES ABIERTAS
Al margen de las opiniones que pueda seguir generando “Jojo Rabbit” en las próximas semanas, la cinta ya ha sido confirmada para presentarse, por ejemplo, en el Festival de Cine Judío del Reino Unido, lo que demuestra una saludable apertura a miradas que puedan ser controversiales.

Taika Waititi ha admitido que decidió incluir al líder nazi en su historia justamente para no hacer “otra película triste sobre el Holocausto”. Además, él mismo tiene raíces judías por herencia materna. Consultado por la polémica que pueda generar su película en dicha comunidad, él se animó a contar una anécdota al diario “Los Angeles Times”: “Mi madre,una pequeña mujer judía, llegó un día a visitarme al set de filmación, justo cuando yo estaba disfrazado de Hitler. Y lo primero que me dijo fue: ‘Querido, ¡te ves genial!”, recordó el cineasta. “Así que si se preguntan de dónde viene mi sentido del humor, allí tienen la respuesta”.

Otras ficciones sobre el Führer

“La caída” (2004)
Dir.: Oliver Hirschbiegel

La cinta recibió críticas bastante favorables por su retrato realista del despiadado líder del nazismo. Con el tiempo, sin embargo, la intensa actuación de Bruno Ganza también se volvió en un exitoso viral de You Tube. A Hitler no le habría gustado que se rían tanto de él.

"Bastardos sin gloria" (2009)
DIR.: Quentin Tarantino

​El director de “Pulp Fiction” y “Kill Bill” desata otro baño de sangre para cobrarse una revancha con la historia. Aquí, un grupo de soldados judíos liderados por Brad Pitt se entretiene masacrando nazis. Hacia el final de la película, se cargan al mismísimo Hitler.

"Iron Sky" (2012)
DIR.: Timo Vuorensola

​En esta delirante pieza de ciencia ficción, un ejército de nazis ha permanecido escondido en la Luna durante 70 años. Tras prepararse lo suficiente, ahora planean invadir la Tierra y recuperar su poder. Los lidera un Hitler alien que monta un ‘Tiranosaurio rex’. No es broma.

"Ha vuelto" (2015)
DIR.: David Wnendt

​Mezcla de ficción y documental en el que el actor Oliver Masucci sale a las calles del Berlín contemporáneo interpretando a un Hitler que acaba de despertar de su hibernación. La gente lo saluda, le ofrece su voto, se toma ‘selfies’ con él. ¿Tan rápido se olvida el horror?

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