Las plataformas virtuales han reemplazo, momentáneamente, a las salas de teatro. (Ilustración: El Comercio)
Las plataformas virtuales han reemplazo, momentáneamente, a las salas de teatro. (Ilustración: El Comercio)

Diera la impresión de que el teatro nacional ya tiene una cura para el coronavirus: las transmisiones en vivo, que hasta el momento se dan por Zoom y -las más ingeniosas- por Instagram, empiezan a proliferarse. Pero la solución no ha dejado a todos contentos. Hay quienes acusan a las videollamadas de no ser teatro sino una suerte de primo cercano, una dinámica muy similar a lo que se entiende como dicho arte, quizás una solución momentánea y ad hoc a los tiempos. Por ello, consultamos a varios especialistas de las tablas peruanas y les pedimos su opinión al respecto.

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