Las autoridades de Francia comenzaron el miércoles a llevar a los 1.500 menores de edad que vivían en el campamento de migrantes de Calais hacia diversas ciudades de Francia, donde serán tramitadas las solicitudes de traslado al Reino Unido.
Un primer autobús con 43 niños a bordo abandonó el miércoles por la mañana el centro donde habían sido reagrupados los menores, después del desmantelamiento del campamento ubicado en el extremo norte de Francia la semana pasada.
Inmediatamente después, otros dos autobuses, de los 30 previstos, abandonaron el Centro de Acogida Provisorio (CAP), donde fueron alojados los menores sin familia que vivían en la "Jungla".
Los menores serán realojados en centros repartidos en todo el territorio, donde serán examinadas las solicitudes de traslado al Reino Unido de aquellos que afirman tener parientes en territorio británico y hacer valer el derecho a la reunificación familiar reconocido por la Unión Europea.
Los demás, que no quieren renunciar al sueño británico, esperan poder beneficiarse de un dispositivo para migrantes en situación de "vulnerabilidad".
Dos representantes del ministerio del Interior británico, dos acompañantes y un intérprete viajan junto a los menores en cada autocar.
Tras el desmantelamiento de Calais a mediados de octubre, alrededor de 300 menores han sido acogidos en Reino Unido.
Este inmenso campamento de chabolas, frente a las costas británicas, fue desalojado la semana pasada. Unos 4.500 adultos fueron trasladados a centros de acogida repartidos en toda Francia y 1.500 menores habían sido reagrupados en contenedores habilitados como viviendas.
Entre 6.400 y 8.100 migrantes vivían en condiciones insalubres en la "Jungla" de Calais, un campamento que se convirtió en el símbolo del fracaso de las políticas migratorias europeas.
- Campamentos en las calles de París -
Para las autoridades francesas, el desmantelamiento total del campamento de Calais es una prioridad. Su proximidad con las costas británicas ha convertido a esta región del norte de Francia en un polo de atracción de migrantes, que a lo largo de los años se han ido instalando en campamentos improvisados.
Estos migrantes, la mayoría afganos, sudaneses y eritreos, abandonaron sus países para huir de la guerra y de la extrema pobreza.
El presidente socialista François Hollande aseguró el martes en una entrevista con un diario de la región, La Voix du Nord, que no permitirá la reinstalación de migrantes en Calais.
Sin embargo, pese a la evacuación de este asentamiento, persiste la crisis de acogida de migrantes en Francia.
Desde hace unos días, se multiplican en en norte de la capital francesa los campamentos improvisados en plena calle, con hasta 2.000 migrantes instalados en tiendas de campaña.
Según varias asociaciones, los campamentos informales en París no han dejado de crecer desde la evacuación de Calais. Pero para las autoridades, no hay ninguna relación entre el desmantelamiento de la "Jungla" y la multiplicación de los asentamientos en la capital.
La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, prevé abrir en las próximas semanas un centro de acogida provisional en el norte de la capital, con capacidad para 400 personas.
Más de 300.000 migrantes y refugiados han cruzado el Mediterráneo para llegar a las costas europeas en 2016. Al menos 3.800 murieron o desaparecieron durante esta peligrosa travesía, según las últimas cifras del Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
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