Irma Ramos

La () desempeña un papel esencial en la salud y el bienestar de todas las personas. Contar con la ESI en las escuelas les proporcionará a las niñas, niños y adolescentes una educación cimentada en la promoción, la protección y el ejercicio de sus derechos humanos.

Pese a los esfuerzos y a la implementación de estrategias de diversos organismos estatales, no hay una significativa disminución del embarazo durante la adolescencia. Durante los dos años de confinamiento, hemos presentado casos de violencia sexual y uniones forzadas, especialmente en adolescentes que requerían de orientación sobre su salud sexual y reproductiva. Solo en el 2020, el año más crítico de la pandemia en el Perú, 1.158 adolescentes menores de 15 años se convirtieron en madres, según el INEI.

La Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (Endes, 2021) revela que, del 8,9% de embarazos registrados en de 15 a 19 años, solo el 33,6% culminó la primaria. La misma fuente señala que el 6,9% de las mujeres entre 15 a 49 años ha sufrido violencia física por parte de su esposo o compañero en los últimos 12 meses y, de esa cifra, el 1,8% reconoce haber sido abusada sexualmente por su pareja. Además, en el 2021, se perpetraron 146 feminicidios y 123 tentativas, de acuerdo con la Defensoría del Pueblo.

Es por ello que, si empoderamos a las mujeres desde niñas con educación, apoyo y acceso a servicios para que puedan ejercer sus derechos sexuales y reproductivos, avanzaremos en la construcción de la igualdad de género con un enfoque de derechos.

Los Lineamientos de Educación Sexual Integral para la Educación Básica Regular (RVM-169-2021-MINEDU) fueron aprobados hace casi un año. Desde el Inppares, hemos promovido la primera red de docentes defensores de la ESI a nivel nacional, a fin de contribuir a través de ellos con el fortalecimiento de estudiantes, colaborando en su autoconocimiento, autocuidado, relacionamiento y sexualidad; ayudándoles a desenvolverse en un mundo en el que la violencia, las desigualdades basadas en género, los embarazos adolescentes no planificados, el VIH y otras infecciones de transmisión sexual (ITS) continúan planteando graves riesgos para su salud y bienestar.

Como sociedad civil, lamentamos que las infancias y adolescencias continúen siendo víctimas recurrentes de diversas formas de violencia. Las experiencias por las que atraviesan son desgarradoras y en la mayor parte de los casos son afrontadas de manera solitaria. Estas les afectan física, psicológica y socialmente y, en su mayoría, les impide cumplir con sus sueños y proyectos de vida.

Respecto al marco legal, en comparación con otros países de la región, nos encontramos rezagados. En Latinoamérica, seis países tienen leyes que promueven la Educación Sexual Integral (México, Colombia, Argentina, Ecuador, Nicaragua y Uruguay). Mientras que, en nuestro país, conseguir una norma con rango de ley parece alejarse cada vez más con iniciativas como el reciente proyecto de ley 904-2021-CR que busca que determinados grupos agremiados de padres de familia fiscalicen textos y materiales educativos sin tener requisitos técnicos y pedagógicos para el desempeño de tan importante tarea.

Es debido a esta ingrata realidad que abogamos por la igualdad de género, las relaciones saludables, el comportamiento sexual saludable y la prevención de infecciones de transmisión sexual desde una perspectiva positiva, científica, desde la educación, promoviendo una cultura de prevención y poniendo énfasis en valores como el respeto, la inclusión, la no discriminación, la igualdad, la empatía, la responsabilidad y la reciprocidad.

Desde la sociedad civil, incidimos política y públicamente en favor de la ESI, mediante alianzas y el diálogo constante con los involucrados, autoridades, organizaciones, periodistas, docentes y adolescentes y jóvenes, con el objetivo de incidir en las políticas públicas, impulsar el bienestar sexual y reproductivo de las personas residentes en el Perú, así como el libre ejercicio de sus derechos.

Irma Ramos Directora ejecutiva de Inppares

Contenido Sugerido

Contenido GEC